Deportes
El fútbol en Bolivia se practica desde hace más de un siglo. Su popularidad es un factor que hizo que todas las regiones del país
El Equipo de Bolivia obtuvo ocho títulos durante el I Campeonato Iberoamericano de BMX que se disputó en Lima, ayer. 
París puso ayer el broche final a unos exitosos Juegos Paralímpicos, en el que China
La banda roja ganó la primera e inédita edición de la Liga Femenina, que contó con la participación de 22 equipos
El italiano Jannik Sinner conquistó ayer su primer del Abierto de Estados Unidos y rompió el sueño del estadounidense Taylor Fritz
El equipo cochabambino San Simón avanzó a la siguiente instancia de la Libomenor Femenina U13
Opinión

La deforestación como consecuencia de los incendios registrados en los últimos tres meses en Bolivia, ha superado los tres millones de hectáreas; un millón de ellas corresponden a las áreas protegidas, según informaron diferentes instituciones, entre las cuales se encuentra el Gobierno. Son cifras que duelen y que hacen reflexionar a más de uno en cómo quedará nuestro territorio después de esto. 

Puntos de Vista

El 29/08/1985 Víctor Paz Estenssoro promulgó el DS 21060 apoyado en el “Pacto por la democracia” suscrito por el MNR y la ADN. Resumió sus motivos afirmando que “Bolivia se nos muere”. A esas alturas el capitalismo de estado consolidado en 1952 había colapsado y la economía agonizaba en el contexto de la hiperinflación.

El 29/08/1985 Víctor Paz Estenssoro promulgó el DS 21060 apoyado en el “Pacto por la democracia” suscrito por el MNR y la ADN. Resumió sus motivos afirmando que “Bolivia se nos muere”. A esas alturas el capitalismo de estado consolidado en 1952 había colapsado y la economía agonizaba en el contexto de la hiperinflación.

Una noche antes de que Eduardo muriera, lo soñé en una silla de ruedas, muy delgado y con un gorro que no sé si alguna vez usó. Me acercaba y le ponía mi mano en su frente y le decía que iba a mejorar. Él respondía que ya no... Dado que no he logrado interpretar ese sueño de otra forma que no fuera una despedida, ocupo mi columna -como lo han hecho otros con el mismo afecto- para decirle a-Dios.

Una noche antes de que Eduardo muriera, lo soñé en una silla de ruedas, muy delgado y con un gorro que no sé si alguna vez usó. Me acercaba y le ponía mi mano en su frente y le decía que iba a mejorar. Él respondía que ya no... Dado que no he logrado interpretar ese sueño de otra forma que no fuera una despedida, ocupo mi columna -como lo han hecho otros con el mismo afecto- para decirle a-Dios.

Eduardo Pérez Iribarne (EPI) fue un sacerdote boliviano. Imbuido de la inculturación jesuítica, buscó parecerse —además de entender— a la sociedad en la que eligió vivir y morir. Por ejemplo, él se forzó a abandonar el acento español. En uno de sus colmos, a veces usaba una “erre” artificial, pero por lo demás adoptó el habla paceña de clase media. A la vez, le gustaba ejercitarse en frases de la gente, como la de “habló ‘para mí’”.

Eduardo Pérez Iribarne (EPI) fue un sacerdote boliviano. Imbuido de la inculturación jesuítica, buscó parecerse —además de entender— a la sociedad en la que eligió vivir y morir. Por ejemplo, él se forzó a abandonar el acento español. En uno de sus colmos, a veces usaba una “erre” artificial, pero por lo demás adoptó el habla paceña de clase media. A la vez, le gustaba ejercitarse en frases de la gente, como la de “habló ‘para mí’”.

El país está desequilibrado y con tendencia a quebrarse nuevamente. Viene sucediendo, con asiduidad, que el momento extraordinario de crisis se convierte en lo cotidiano, produciendo una costumbre perturbadora de nuestras posibilidades como país. El negacionismo de una crisis económica con transferencias de responsabilidades impide alcanzar a comprender que, la exposición pública, siempre subjetiva de culpas, no soluciona mecánicamente los problemas.

El país está desequilibrado y con tendencia a quebrarse nuevamente. Viene sucediendo, con asiduidad, que el momento extraordinario de crisis se convierte en lo cotidiano, produciendo una costumbre perturbadora de nuestras posibilidades como país. El negacionismo de una crisis económica con transferencias de responsabilidades impide alcanzar a comprender que, la exposición pública, siempre subjetiva de culpas, no soluciona mecánicamente los problemas.