El Mercado Común del Sur (Mercosur) y la Unión Europea (UE) han cerrado el viernes sus negociaciones para la firma de un acuerdo de asociación que apunta a “crear un mercado de 700 millones de personas”.
Se trata de un logro significativo que evidencia la madurez alcanzada por el Mercosur y perfila ventajosas oportunidades económicas y comerciales para los 32 países —27 europeos y cinco sudamericanos— que involucra la asociación de ambos bloques.
ARTURO YÁÑEZ CORTÉS
Ha pasado el Censo 2024 y más allá del plausible esfuerzo estatal, de la entrega cívica de los censistas voluntarios y de la participación del soberano (algunos a regañadientes), además de los ingeniosos memes que nos han divertido durante nuestra “detención domiciliaria” (que afortunadamente duró un día), encuentro algo que a esta altura del partido resulta imposible de esconder bajo la alfombra: la profunda desconfianza que el Estado administrado por el Gobierno inspira y merece de la ciudadanía.
Ha pasado el Censo 2024 y más allá del plausible esfuerzo estatal, de la entrega cívica de los censistas voluntarios y de la participación del soberano (algunos a regañadientes), además de los ingeniosos memes que nos han divertido durante nuestra “detención domiciliaria” (que afortunadamente duró un día), encuentro algo que a esta altura del partido resulta imposible de esconder bajo la alfombra: la profunda desconfianza que el Estado administrado por el Gobierno inspira y merece de la ciudadanía.
Los bolivianos hemos llegado al Censo Nacional de Población y Vivienda con más dudas que certezas. Salvo los voceros del gobierno central y sus sectores afines, hoy reducidos a la fracción arcista, la mayoría desconfía de la transparencia del proceso iniciado a fines de 2022, a tropezones y sólo por la presión ejercida casi exclusivamente por Santa Cruz.
Los bolivianos hemos llegado al Censo Nacional de Población y Vivienda con más dudas que certezas. Salvo los voceros del gobierno central y sus sectores afines, hoy reducidos a la fracción arcista, la mayoría desconfía de la transparencia del proceso iniciado a fines de 2022, a tropezones y sólo por la presión ejercida casi exclusivamente por Santa Cruz.
En 2012 dije que era chimán, el censista me miró extrañado y dijo: ¿seguro? Yo le dije que sí, por esas épocas se sentían los efectos del conflicto del TIPNIS y, como muchos paceños, me sentí identificado con los pueblos de tierras bajas, frecuentemente relegados a un segundo plano.
En 2012 dije que era chimán, el censista me miró extrañado y dijo: ¿seguro? Yo le dije que sí, por esas épocas se sentían los efectos del conflicto del TIPNIS y, como muchos paceños, me sentí identificado con los pueblos de tierras bajas, frecuentemente relegados a un segundo plano.
IGNACIO VERA DE RADA
En uno de sus más provocadores y lúcidos ensayos de su libro 21 lecciones para el siglo XXI, el historiador israelí Harari especula sobre uno de los tópicos que considero más importantes de cara al futuro: la educación. El asunto me da vueltas casi todos los días, antes y después de dar las clases en la universidad, y la verdad es que las posibilidades digitales del presente me provocan, de manera simultánea, dos sensaciones antagónicas: escepticismo por un lado, esperanza por el otro.
En uno de sus más provocadores y lúcidos ensayos de su libro 21 lecciones para el siglo XXI, el historiador israelí Harari especula sobre uno de los tópicos que considero más importantes de cara al futuro: la educación. El asunto me da vueltas casi todos los días, antes y después de dar las clases en la universidad, y la verdad es que las posibilidades digitales del presente me provocan, de manera simultánea, dos sensaciones antagónicas: escepticismo por un lado, esperanza por el otro.