No resulta fácil ordenar los mercados que están llenos, porque ningún espacio es suficiente para satisfacer a los comerciantes que tienen un sitio y quieren ir más allá haciendo “desdobles”.
Es decir, que, pese a tener un puesto, salen a vender a la calle, porque ya no venden en sus casetas y los clientes prefieren comprar al paso.
Los mercados que componen La Cancha: La Pampa, San Antonio, La Paz, Fidel Aranibar y el Gallo están ocupados de extremo a extremo por vendedores con puesto fijo y ambulantes, que, si bien pueden vender recorriendo los centros de abasto, no pueden asentarse en un lugar.
Los “desdobles” son el principal problema a la hora de recuperar el espacio público.
¿Adónde más van a salir?, ya tienen la acera, preguntan cada vez los guardias municipales a los comerciantes de los mercados al ver cómo los vendedores que tienen sus tiendas abarrotadas de mercadería, del piso hasta el techo, continúan avanzando o se vuelven ambulantes.
Molestos por la constante invasión del espacio les dicen: ¿Teniendo puesto están vendiendo afuera? Entonces, mientras se realiza el operativo, las vendedoras simulan levantar su mercadería, pero una vez que los gendarmes se van, vuelven a colocar sus productos en la calle.
Los “desdobles” los hacen los mismos comerciantes, se constató durante los operativos del plan “cero ambulantes” que ejecuta la Intendencia desde hace dos semanas con la participación de los dirigentes, quienes reconocen que sus propios afiliados avasallan las vías armando puestos más grandes o convirtiéndose en ambulantes.
“Nosotros tenemos un puesto de 1,20 metros, pero lamentablemente otros avanzan 4,5 metros. Si ocupan media calle, cómo van a entrar los vehículos, y nadie pone orden”, observó una comerciante que vende desde hace 30 años.
Detalló que hay un aumento exagerado de comerciantes por el cambio de nombres con la Ley 248.
La dirigente Amanda Melendres dijo: “Si estamos queriendo ordenar a los ambulantes, lo propio ellos tienen que cumplir con la medida, tienen 1,20, pero están con 3 metros. (…) En los mercados estamos sufriendo, ya no vendemos y ellos, felices, se venden. Por eso, hemos pedido que nos pongan orden”.
La Intendencia estima que hay 200 mil comerciantes con sitios y patentes y unos 30 mil ambulantes, que podrían reubicarse en los puestos cerrados en 37 mercados.
