El Gobierno nacional y representantes de los empresarios privados se reunirán otra vez este lunes en la ciudad de La Paz para continuar con el tratamiento de la escasez de dólares en Bolivia.
La Confederación de Empresarios Privados de Bolivia informó este domingo que sus dirigentes “estarán mañana (lunes) desde las 8.30 en el Ministerio de Economía y Finanzas”.
Esta nueva reunión surge después de que ambos sectores dialogaran el pasado viernes en La Paz para intentar de encontrar soluciones conjuntas a la escasez de los dólares, que golpea al país desde hace muchos meses.
Giovanni Ortuño, titular de la Confederación de Empresarios, dijo el viernes que en el encuentro con el Gobierno se coincidió en que hay dificultades reales y crecientes por la falta de la divisa, y que también esta situación se agrava por los rumores y las especulaciones.
En ese encuentro, según el empresario, se presentaron varias propuestas que el Gobierno se comprometió a analizarlas.
La presidenta del Colegio de Economistas de Santa Cruz, Claudia Pacheco, aseguró el sábado, en El Deber Radio, que los dólares circulan en la economía, pero que permanecen al margen del sistema financiero.
“Dólares hay, pero no están dentro del sistema financiero, ni van a entrar. ¿Por qué? Porque la gente no tiene confianza, desde el año pasado con el tema del banco Fassil (la gente) ha perdido la credibilidad en el gobierno. Eso es lo que pasa”, señaló Pacheco.
Entretanto, el impacto por la escasez de dólares sigue en aumento. Importadoras de maquinaria agrícola, de materiales de construcción y de medicamentos informaron a sus clientes que incrementarán sus precios hasta en 25%.
Mientras los titulares e imágenes de los incendios forestales que devastan grandes extensiones del país ocupan nuestra atención, una crisis igualmente apremiante avanza en silencio en el valle alto de Cochabamba: la sequía. A pesar de su menor visibilidad mediática, la falta de agua está provocando estragos en las comunidades rurales y urbanas de la región, y sus efectos a largo plazo pueden ser tan devastadores como los incendios.
En los últimos días, Bolivia ha enfrentado una creciente desconfianza hacia el Censo de Población 2024, realizado por el Instituto Nacional de Estadística (INE). La diferencia entre los 11.3 millones de habitantes reportados y los 12.3 millones proyectados ha generado escepticismo entre autoridades locales, líderes cívicos y ciudadanos. El Gobierno ha defendido el censo como el “mejor de la historia,” lo cual ha contribuido a politizar el debate.
En los últimos días, Bolivia ha enfrentado una creciente desconfianza hacia el Censo de Población 2024, realizado por el Instituto Nacional de Estadística (INE). La diferencia entre los 11.3 millones de habitantes reportados y los 12.3 millones proyectados ha generado escepticismo entre autoridades locales, líderes cívicos y ciudadanos. El Gobierno ha defendido el censo como el “mejor de la historia,” lo cual ha contribuido a politizar el debate.
El efectuar críticas casi cotidianas sobre el actuar patológico de la jurisdicción constitucional del país no conduce a nada.
El efectuar críticas casi cotidianas sobre el actuar patológico de la jurisdicción constitucional del país no conduce a nada.
En aquella tarea, en la mayor parte de los casos un tanto mecánica y dicotómica, de buscar causas y responsables del mayor ecocidio y desastre ecológico producido en Bolivia, hay muchos puntos de vista.
En mi anterior columna, había adjudicado esa ignominiosa responsabilidad al expresidente Morales, al régimen y su partido. Los datos son elocuentes. Con el discurso del “vivir bien” se convirtieron en los más perversos depredadores de la Madre Tierra.
En aquella tarea, en la mayor parte de los casos un tanto mecánica y dicotómica, de buscar causas y responsables del mayor ecocidio y desastre ecológico producido en Bolivia, hay muchos puntos de vista.
En mi anterior columna, había adjudicado esa ignominiosa responsabilidad al expresidente Morales, al régimen y su partido. Los datos son elocuentes. Con el discurso del “vivir bien” se convirtieron en los más perversos depredadores de la Madre Tierra.
Escenas apocalípticas surcan incesantes y veloces por medios y redes sociales imprimiendo horror en las pupilas y en la conciencia de los usuarios, sean quienes sean. Se integran en una saga de largometrajes anuales sobre la base de la cual Bolivia ocupa el tercer lugar en el mundo en materia de incendios, luciéndose como un hueco en hundimiento sostenido. Imágenes satelitales y fotografías aéreas tiñen de rojo Bolivia en el centro del espacio de Sudamérica.
Escenas apocalípticas surcan incesantes y veloces por medios y redes sociales imprimiendo horror en las pupilas y en la conciencia de los usuarios, sean quienes sean. Se integran en una saga de largometrajes anuales sobre la base de la cual Bolivia ocupa el tercer lugar en el mundo en materia de incendios, luciéndose como un hueco en hundimiento sostenido. Imágenes satelitales y fotografías aéreas tiñen de rojo Bolivia en el centro del espacio de Sudamérica.