El Programa Mundial de Alimentos en Bolivia (WFP) y la Autoridad Plurinacional de la Madre Tierra (APMT) celebraron del 7 al 9 de agosto la 1ª Cumbre Plurinacional: Sistemas Alimentarios, Pueblos Indígenas, que tuvo como protagonistas a los representantes de más de 30 naciones Indígenas, chefs, autoridades nacionales, organismos internacionales, organizaciones de la sociedad civil y la academia, quienes, desde su identidad gastronómica y cultural, conversaron acerca de los sistemas alimentarios locales.
Las tres jornadas, organizadas en el marco del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, hicieron de Cochabamba el corazón de la gastronomía de Bolivia y Sudamérica, en donde cada participante compartió sus saberes, tanto locales como académicos, relacionados con el patrimonio alimentario, los sistemas alimentarios y la agricultura tradicional y cómo estos pueden ser efectivos para hacer a las comunidades más resilientes al cambio climático.
El evento, que se realizó a través de la iniciativa Saberes Ancestrales, Sabores Naturales de WFP, exploró cómo las expresiones culturales y cosmovisiones del país confluyen en el respeto por la Madre Tierra, usando la gastronomía local para contribuir a crear una atmósfera de diversidad, entre aromas, saberes, sabores y colores que refleja la identidad de cada territorio.
“La Cumbre Plurinacional reconoce el valor de los alimentos locales y tradicionales que son fundamentales para encontrar una solución a los problemas de desnutrición y fortalecer la seguridad alimentaria”, destacó Sheila Grudem, Directora Regional interina para América Latina y el Caribe del Programa Mundial de Alimentos, durante la inauguración del evento.
“Desde la APMT, reconocemos que los saberes de nuestros pueblos son fundamentales para enfrentar los efectos del cambio climático. La relación armónica que durante años han tenido con la Madre Tierra, refleja que tenemos mucho que aprender de ellos”, indicó Angélica Ponce, a Directora Ejecutiva de la Autoridad Plurinacional de la Madre Tierra.
Entre tanto, Lirio Lima, lideresa de la Amazonía boliviana, afirmó que “los sistemas alimentarios, en el territorio amazónico, dependen estrechamente del estado de conservación de los bosques, teniendo como principales medios de vida la recolección de castaña y cosecha de asaí, siendo ambos frutos especies silvestres no cultivadas”.
Por su parte, Teodora Magueño, Cholita Escaladora, comentó que en la región del Altiplano “la cultura Aymara atesora granos y cereales de altísimo valor nutricional, cuyos beneficios le permiten garantizar un buen rendimiento físico en actividades diarias como en actividades deportivas de alto rendimiento como el andinismo”.
Como resultado de la Cumbre, los participantes elaboraron conjuntamente el “Manifiesto: Saberes Ancestrales, Seguridad y Soberanía Alimentaria desde las Naciones y Pueblos Indígenas” que marcará pautas y líneas de trabajo que contribuyan a alcanzar la Meta 26 (relacionada con la reducción de la inseguridad alimentaria en áreas rurales y periurbanas) de las Contribuciones Nacionalmente Determinadas del país, y a la Hoja de Ruta de Sistemas Alimentarios del Estado Plurinacional de Bolivia.
Alejandro López Chicheri, Director País de WFP, reafirmó el compromiso de trabajo enfocado con los Pueblos Indígenas, a tiempo de resaltar la singularidad de Bolivia respecto a su diversidad de alimentos, culturas y saberes locales. “Las y los hermanos Indígenas tienen valiosos conocimientos y prácticas ancestrales relacionadas con la alimentación que son cruciales para brindar soluciones a los problemas de malnutrición no solo en el país sino también más allá de sus fronteras, con productos únicos que son beneficiosos para la salud como la quinoa -regalo de las naciones originarias del altiplano andino al mundo- o los cereales y tubérculos andinos, los maíces de los valles y los frutos amazónicos”, destacó.
Preparando alimentos
Un segmento llamativo en el desarrollo de esta cumbre fue la preparación de recetas locales. Por primera vez en el país, se reunieron más de 35 cocineras y cocineros indígenas de distintos departamentos, quienes trajeron consigo ingredientes típicos de sus regiones que prepararon en cocinas al aire libre. Los sabores y aromas de los territorios fueron elementos que llamaron la atención y sorprendieron positivamente a chefs visitantes y participantes en general.
Este encuentro sin precedentes en torno a la alimentación local generó una red de mujeres y hombres vinculados a la transformación de alimentos con identidad cultural y fue la principal inspiración para una futura exhibición multimedia que dará pie a la construcción del libro de Gastronomía Indígena del Estado Plurinacional de Bolivia.