El Gobierno rechazó ayer las acusaciones de que el Presupuesto General del Estado (PGE) 2025 busca estigmatizar a productores e industriales. En un intento de calmar tensiones, el ministro de Economía, Marcelo Montenegro, ofreció trabajar con el sector privado en la reglamentación del polémico artículo séptimo adicional, que habilita controles contra la especulación y permite la confiscación de bienes.
Montenegro explicó que la disposición busca atender denuncias de irregularidades en el abastecimiento de alimentos y frenar prácticas especulativas que afectan a la población. “No se pretende perjudicar a los productores, sino garantizar estabilidad en los mercados”, afirmó.
Sin embargo, la Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (Cainco), la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) y la Cámara Nacional de Industrias (CNI) expresaron su rotundo rechazo a la propuesta porque consideran que podría desincentivar la inversión.
Las observaciones
En un comunicado, Cainco calificó al PGE 2025 como un “atentado a la estabilidad macroeconómica” y presentó cinco críticas principales:
1. Déficit fiscal insostenible: El presupuesto proyecta un déficit de 35 mil millones de bolivianos, equivalente al 9,2 por ciento del PIB. Cainco advirtió que las propuestas de financiamiento —emisión inorgánica y endeudamiento externo— podrían generar inflación y aumentar la dependencia financiera, sin promover el crecimiento exportador.
2. Flexibilización de normas fiscales: Criticó la eliminación de restricciones legales para obtener financiamiento, comparando estas disposiciones con las implementadas en la Ley del Banco Central.
3. Control de precios: Considera que estas políticas distorsionan el mercado y podrían derivar en la proliferación de mercados negros.
4. Falta de estímulos económicos: Cainco señaló que el presupuesto ignora medidas para fomentar la exportación y contrarrestar la crisis económica que persiste desde 2023.
5. Repetición de políticas: Describió al PGE 2025 como una “copia” del presupuesto del año anterior, sin innovación para enfrentar los desafíos actuales.