La Policía Federal de Brasil detuvo este jueves a dos empresarios acusados de haber financiado el movimiento de ultraderecha que condujo a la asonada del 8 de enero de 2023, que intentó derrocar al Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva.
Los detenidos son dos empresarios de Brasilia, dueños de una red de supermercados mayoristas, que habrían prestado apoyo financiero y logístico a miles de activistas que desde fines de 2022 acampaban frente al Cuartel General del Ejército y exigían una "intervención militar" para impedir que Lula asumiera el poder el 1 de enero de 2023.
Desde ese campamento partieron ocho días después de la toma de posesión del líder progresista hacia el centro político de Brasilia para asaltar violenta y simultáneamente las sedes de la Presidencia, el Parlamento y la Corte Suprema.
Hasta ahora, la Justicia ha aceptado acusaciones contra 1.413 personas involucradas en esos sucesos y condenado a 59 de ellas a penas de hasta 17 años de prisión por diversos delitos, como golpe de Estado o intento de abolición del Estado democrático de derecho.
Entre los investigados en causas asociadas a ese intento golpista figura el propio expresidente Jair Bolsonaro (2019-2022), líder de la extrema derecha que no aceptó el resultado de las elecciones en que fue derrotado por Lula, celebradas en octubre de 2022.
La lista de sospechosos también incluye a varios exministros de Bolsonaro, militares de la reserva y otros activos de alto rango, así como algunos parlamentarios y decenas de empresarios.
Este mismo jueves, en el estado de Espíritu Santo (sureste), fue detenido por segunda vez el diputado regional Lucinio Castelo de Assumção, capitán de la reserva de la Policía Militar, investigado por haber alentado el movimiento golpista.
Assumção ya había sido arrestado dos meses después de la asonada y obtuvo la libertad provisional. Ahora fue detenido por violar una serie de medidas cautelares que le había impuesto la Justicia el año pasado, como el uso de una tobillera electrónica.
El legislador regional es miembro del Partido Liberal, que lidera Bolsonaro, y cuyo presidente nacional, Valdemar Costa Neto, también es investigado por su supuesto apoyo al movimiento golpista.