El Ejército israelí bombardeó este jueves dos escuelas en Ciudad de Gaza, la de Abdul Fattah Hamud y Al Zahraa, matando al menos a 12 personas, según denunció la Defensa Civil del enclave.
"Aviones de combate de la fuerza aérea atacaron hace poco, de forma selectiva y bajo la dirección de la inteligencia del Shin Bet y el Comando Sur, complejos de control y mando" de Hamás que, dice el comunicado castrense que corroboró el bombardeo, estaban camuflados entre las escuelas.
Defensa Civil informó de la muerte de siete palestinos en Al Zahraa y otros cinco en Abdul Fattah Hamud, mientras que medios locales apuntaron al menos a una treintena de heridos y varios desaparecidos.
En vídeos difundidos en canales palestinos tras el suceso se observa a varias personas cargar los restos de los fallecidos en una camioneta, mientras que otro hombre muestra a los periodistas de la zona las vísceras recogidas en el lugar del ataque.
El Ejército israelí asegura que tomó medidas para reducir las posibilidades de dañar a civiles, "incluido el uso de armamento de precisión, vigilancia e inteligencia adicional", como suele advertir en comunicados sobre ataques que acaban con la vida de lo que suelen denominar "civiles no involucrados".
Las escuelas en Gaza son puntos de refugio habituales para los miles de evacuados del enclave (el 90 % de sus habitantes lo son, y muchos han tenido que desplazarse en más de una ocasión), pero también son un objetivo habitual de la aviación israelí.
"La organización terrorista Hamás viola sistemáticamente el derecho internacional, explotando estructuras civiles y a la población como escudos humanos", recogió el comunicado castrense, un párrafo al que el Ejército recurre siempre que dispara contra este tipo de objetivos.
Según la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), cerca del 85 % de sus escuelas en Gaza han sido "golpeadas directamente o dañadas", necesitando algunas de ellas una reconstrucción completa.
Desde que comenzó la guerra entre Israel y Hamás en el enclave palestino, hace diez meses, 39.699 personas han muerto y más de 91.700 han resultado heridas en Gaza, según los datos del Ministerio de Sanidad gazatí, controlado por Hamás.
Además, se estima que los cuerpos de unos 10.000 desaparecidos continúan enterrados bajo los escombros.