El presidente argentino Javier Milei anunció que el Ejecutivo está trabajando en modificar la Ley de Seguridad para que las Fuerzas Armadas intervengan en “situaciones excepcionales” sin necesidad de acudir a un “estado de sitio” para combatir “organizaciones narco, terroristas y del crimen organizado local”.
“Estamos modificando la Ley de Seguridad Interior para que las Fuerzas Armadas puedan dar apoyo a la fuerza de Seguridad en situaciones excepcionales, sin que se requiera acudir a la opción extrema, que es la declaración del estado de sitio”, dijo Milei durante un encuentro con la cúpula militar argentina.
El acto se llevó a cabo el viernes en el Edificio Libertad -sede de la Armada Naval Argentina- en medio de la vigilia por los homenajes a los 174 años de la muerte del prócer libertador General San Martín, padre de la patria, donde Milei hizo entrega de sables a los oficiales superiores de las Fuerzas Armadas.
“Hasta ahora, las Fuerzas Armadas han sido encomendadas con la tarea de proteger potenciales amenazas externas, pero en este mundo, dónde los conflictos entre ejércitos regulares se vuelven menos frecuentes y ciertos Estados tejen vínculos con organizaciones narco, terroristas y del crimen organizado local, (...) es imperativo que repensemos estos viejos paradigmas”, agregó Milei.
Según la Ley de Seguridad de Argentina vigente desde 1992, el uso de fuerzas militares para la seguridad interior está sujeto a la declaración de un estado de sitio, su uso bajo casos excepcionales y a criterio del Presidente de la Nación cuando las fuerzas policiales resulten ineficientes.
Por otra parte, el mandatario le aseguró al ámbito castrense que recompondrá sus salarios con “recursos genuinos”, así como el tratamiento legislativo del Senado para los ascensos militares en todos los rangos.
“No vamos a desconocer la deuda histórica con nuestras Fuerzas y vamos a hacer el mayor de los esfuerzos posibles para ir recomponiendo su salario a medida que vayamos estabilizando la situación económica”, indicó el mandatario.
El acto se cerró con un brindis en vez de la tradicional cena de camaradería militar, en la cual se notó la ausencia de la vicepresidenta Victoria Villarruel.