Argentina vuelve a vivir desde este martes 48 horas de huelga en la educación pública universitaria, después de que no se alcanzara un acuerdo salarial entre las partes y de que la semana pasada otra huelga afectase al inicio de las clases tras las vacaciones de invierno.
Los trabajadores docentes y no docentes ya habían retrasado el inicio de las clases de la segunda parte del año el 12 de agosto pasado, pero continúan este martes "el plan de lucha ante la situación presupuestaria y salarial", en busca de "una recomposición salarial".
Los hospitales universitarios garantizan guardias mínimas en estos dos días de paro.
Los universitarios rechazan la propuesta que hizo el Gobierno de Javier Milei, de un incremento del 3% en agosto y del 2% para septiembre, ya que los gremios, con el apoyo de los rectores, reclamaban un 40% o al menos igualar a los empleados estatales, en un contexto en que la inflación anual alcanzó el 263,4% en julio pasado.
Pero, además, los universitarios denuncian un "desfinanciamiento del presupuesto universitario" por parte del Ministerio de Capital Humano, porque aducen que solo se financian los gastos de funcionamiento, cuando gran parte del presupuesto se destina a los salarios.
El conflicto salarial se da en contexto de fuertes recortes de los fondos públicos destinados a la educación, como parte del severo plan de ajuste puesto en marcha en diciembre pasado por el Ejecutivo de Milei para recuperar el equilibrio de las cuentas públicas de Argentina.
Los gremios recuerdan la marcha del 23 de abril pasado, en la que sindicatos universitarios y la sociedad civil se expresaron a favor de la universidad pública ante las políticas de ajuste del Gobierno del libertario; pero el Ejecutivo parece no haber tomado nota.
La consigna de los trabajadores de la Universidad de Buenos Aires (UBA) habla de lograr "salarios dignos para quienes tienen la misión de garantizar una formación de excelencia" para sus estudiantes.
El vicerrector de la UBA, Emiliano Yacobitti, había advertido, en una entrevista con la radio FM Milenium el domingo pasado, de que "no tiene ninguna duda" sobre que Milei quiere terminar con la universidad pública, al señalar que busca "quitar legitimidad a algo que funciona bien" al dejar que la inflación haga su trabajo y los profesores tengan que hacer huelga porque no llegan a fin de mes.