Con el temporal dando sus últimos coletazos en España, las zonas más afectadas por las devastadoras inundaciones —donde han muerto más de 200 personas— continúan con la limpieza y la recuperación de suministros básicos, mientras el mando del operativo militar desplegado en Valencia, la provincia más impactada, pidió “paciencia ante una situación caótica”.
En Valencia, la más afectada por los estragos de las lluvias torrenciales, casi 17.000 efectivos —entre militares, guardias civiles y policías nacionales— están ya desplegados trabajando para achicar agua, limpiar las toneladas de lodo que dejó la riada y buscar posibles víctimas.
Hasta el momento, más de 2.600 edificios y más de 534 kilómetros cuadrados de al menos seis regiones se han visto afectados por las inundaciones de este fenómeno, conocido en España cosmo depresión aislada en niveles altos (Dana), que puede dejar lluvias violentas y repentinas, acompañadas de tormenta en muchos casos y fuertes vientos.
Según las estimaciones de operador de microsatélites ICEYE, sus especialistas pudieron constatar que el domingo 3 de noviembre las inundaciones alcanzaron en algunos puntos una profundidad máxima de 4,41 metros.
En el sector agrícola, los daños han sido cuantiosos y estarían afectadas más de 20.000 hectáreas de cultivo distribuidas en 42.000 parcelas, sobre todo de cítricos, caquis, uva y hortalizas y, en menor medida almendros y olivos.
Desde el Gobierno de la región valenciana, al este del país, se han retirado 2.950 animales muertos en explotaciones ganaderas de las zonas afectadas para evitar riesgos sobre la salud pública.