Las desapariciones forzadas y las detenciones arbitrarias en Nicaragua “siguen siendo utilizadas para silenciar a la oposición y deben acabar”, indicaron expertos de Naciones Unidas en un comunicado conjunto.
También reclamaron que se informe de inmediato a los familiares sobre la suerte y paradero de estos detenidos y desaparecidos, cuyo número aumentó especialmente a partir de las manifestaciones de 2018.
“Muchas personas fueron arrestadas violentamente sin órdenes judiciales, sometidas a detención en régimen de incomunicación y desaparición forzada, y condenadas en procesos judiciales sin representación legal adecuada. Muchas siguen en prisión, incluso después de cumplir sus sentencias”, destacaron.
En esos procesos se abusó de las acusaciones relacionadas con el terrorismo y la seguridad nacional, aseguraron los expertos, quienes también denunciaron tortura y violencia sexual contra víctimas de detención arbitraria.
También resaltaron que incluso las salvaguardias legales más básicas, como el acceso a un abogado, a un médico o a medicamentos, y las visitas familiares, suelen ser denegadas.
“A medida que pasa el tiempo, las condiciones de aquellas personas que siguen detenidas se deterioran aún más, lo que tiene un impacto profundo en su salud física y psicológica”, subrayó el comunicado.
Al mismo tiempo, sus familias a menudo no tienen forma de verificar dónde se encuentra su ser querido o temen denunciar las desapariciones forzadas por miedo a represalias, “lo cual se complica aún más cuando las familias están en el exilio”, agregaron.
Desde 2021 al menos 427 arrestos han sido registrados, en su mayoría de personas con vínculos con procesos electorales.
Hace 200 años y cuatro días tuvo lugar la batalla que definió la liberación de las colonias españolas y cuyas características e impacto tendrían que inspirar en los bolivianos el espíritu de la celebración que merece el bicentenario de nuestra independencia.
La institucionalidad está derruida, para salir del riesgo de Estado fallido se deben asumir medidas alejadas del sistema que nos ahoga como nación, sin presidencialismo y sin parlamentarismo.
Se dice que la política es la ciencia de las realidades, pero también las utopías pueden empujar a lograr el bien común.
Abominamos el autoritarismo destructivo que rige en el país, pero tampoco somos partidarios de la seudodemocracia instalada en Latinoamérica.
La institucionalidad está derruida, para salir del riesgo de Estado fallido se deben asumir medidas alejadas del sistema que nos ahoga como nación, sin presidencialismo y sin parlamentarismo.
Se dice que la política es la ciencia de las realidades, pero también las utopías pueden empujar a lograr el bien común.
Abominamos el autoritarismo destructivo que rige en el país, pero tampoco somos partidarios de la seudodemocracia instalada en Latinoamérica.
ENRIQUE VELAZCO RECKLING
El tercer informe de gestión del presidente Arce, se concentró en posicionar la idea que, su Gobierno, habría iniciado el proceso de “industrialización con sustitución de importaciones”. Al respecto, el vocero presidencial, sin matices, anticipa que en 2024 ya no habrá escasez de dólares porque “importaremos menos gracias a las 140 plantas industriales que están en construcción”.
El tercer informe de gestión del presidente Arce, se concentró en posicionar la idea que, su Gobierno, habría iniciado el proceso de “industrialización con sustitución de importaciones”. Al respecto, el vocero presidencial, sin matices, anticipa que en 2024 ya no habrá escasez de dólares porque “importaremos menos gracias a las 140 plantas industriales que están en construcción”.
El capitalismo popular representa una redefinición profunda y opuesta al modelo económico estatista y centralista actual. En el núcleo de este concepto yace la firme convicción de que todos deben tener acceso a las herramientas y oportunidades para prosperar, fortaleciendo la propiedad privada, alimentando la iniciativa individual y respaldando la dinámica del libre mercado para mejorar la calidad de vida de la población.
El capitalismo popular representa una redefinición profunda y opuesta al modelo económico estatista y centralista actual. En el núcleo de este concepto yace la firme convicción de que todos deben tener acceso a las herramientas y oportunidades para prosperar, fortaleciendo la propiedad privada, alimentando la iniciativa individual y respaldando la dinámica del libre mercado para mejorar la calidad de vida de la población.
ARTURO YÁÑEZ CORTÉS
Cuán mal estará nuestro sistema de administración de justicia que cuando dos tribunales (uno de El Alto y otro de Sacaba) emitieron sendas resoluciones declarándose —acertadamente— incompetentes para juzgar a la expresidenta Janine Áñez en la vía ordinaria, casi todos han sospechado de algo malo, incluso muchos sin molestarse siquiera en leer y peor entender ambas resoluciones.
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