Para el gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, el inicio del juicio oral por el caso Golpe I, suspendido este lunes, es una nueva puesta en escena de una "farsa judicial".
"Quiero decirle al pueblo boliviano que asistiremos a este proceso con la misma energía y determinación que asumimos cuando nos levantamos contra el fraude el 2019. Somos absolutamente conscientes de que esta farsa judicial es una venganza y un intento de intimidación, para tratar de sentar un precedente de miedo y evitar que el pueblo se levante nuevamente en contra de los abusos de un gobierno que se ha convertido en una tiranía", afirmó Camacho en sus redes sociales.
Agregó que "ningún acto torcido y manipulado, (…) ocultará la verdad histórica" porque, según su versión y asegura que, "el 2019 no hubo golpe, fue un monumental fraude y eso no podrá cambiarse ni olvidarse nunca".
El inicio del juicio por el caso de presunto golpe de Estado I se suspendió este lunes debido a que no se logró trasladar a tres de los principales acusados: la expresidenta Jeanine Áñez, el gobernador cruceño Luis Fernando Camacho y el exdirigente cívico Marco Pumari.
El Tribunal Primero de Sentencia Anticorrupción de La Paz convocó a sesionar para este lunes a las 09:00, pero Régimen Penitenciario no trasladó a ninguno de los acusados. La expresidenta está recluida en la cárcel de Miraflores, en La Paz; el gobernador Camacho guarda detención preventiva en el penal de máxima seguridad de Chonchocoro, y el exlíder cívico Pumari está en la cárcel de Cantumarca, en Potosí.
Minutos antes de la audiencia, Áñez apareció en la ventana de su celda y negó con sus manos que haya algún operativo para su traslado. Su abogado, Luis Guillén, también confirmó que su defendida no sería trasladada.
Carolina Rivera, hija de la exmandataria, afirmó que "había una orden de traslado, pero no lo van a hacer. No se va a realizar. Ella está lista, está esperando, pero no le dicen nada. Ya tendría que estar en el tribunal".