Hace prácticamente 100 años, el 19 de enero de 1925, durante el gobierno de Bautista Saavedra, se promulgó la Ley de Imprenta. Desde entonces, con la excepción de los períodos durante los que nuestro país fue sometido a las dictaduras militares, sus 71 artículos han sido la principal salvaguardia de la libertad de expresión e información.
El imperio incaico no cayó con la captura de Atahuallpa. Desarticular un gigantesco Estado, que abarcaba más de 2,5 millones de kilómetros cuadrados, tomó todavía más tiempo y, para ocupar el territorio, era preciso ocupar, también, las mentes de sus habitantes, que adoraban la naturaleza, sus fenómenos y accidentes.
El imperio incaico no cayó con la captura de Atahuallpa. Desarticular un gigantesco Estado, que abarcaba más de 2,5 millones de kilómetros cuadrados, tomó todavía más tiempo y, para ocupar el territorio, era preciso ocupar, también, las mentes de sus habitantes, que adoraban la naturaleza, sus fenómenos y accidentes.
Me llamó la atención que en nuestro medio alguna gente hable con cierta frecuencia sobre el pobre Franz Kafka, “pobre” porque este personaje superior, fuente inacabada de “fantasías realistas” y destructor idílico del abominable orden público civilizado, jamás iría a pensar que algún día estaría en la lengua de quienes no tienen idea de quién fue y qué escribió. Este maltrato inferido a Kafka es peor que la ingratitud o el olvido.
Me llamó la atención que en nuestro medio alguna gente hable con cierta frecuencia sobre el pobre Franz Kafka, “pobre” porque este personaje superior, fuente inacabada de “fantasías realistas” y destructor idílico del abominable orden público civilizado, jamás iría a pensar que algún día estaría en la lengua de quienes no tienen idea de quién fue y qué escribió. Este maltrato inferido a Kafka es peor que la ingratitud o el olvido.
La oposición, es decir Comunidad Ciudadana, Creemos y organizaciones menores han desaparecido de la política nacional, junto a sus líderes. Es paradójico, pero incluso en la Asamblea Legislativa Plurinacional, que debería ser el escenario natural para exponer las discrepancias con el Gobierno, no se escuchan voces de peso y mucho menos una “narrativa” —el término está de moda— que refleje no sólo la posición actual de los opositores, sino sobre todo algo sobre su visión futura.
La oposición, es decir Comunidad Ciudadana, Creemos y organizaciones menores han desaparecido de la política nacional, junto a sus líderes. Es paradójico, pero incluso en la Asamblea Legislativa Plurinacional, que debería ser el escenario natural para exponer las discrepancias con el Gobierno, no se escuchan voces de peso y mucho menos una “narrativa” —el término está de moda— que refleje no sólo la posición actual de los opositores, sino sobre todo algo sobre su visión futura.
EMILIO MARTÍNEZ CARDONA
Agustín Laje congregó a más de mil asistentes en su conferencia del pasado sábado en Santa Cruz, dedicada a “la batalla cultural”. El conferencista argentino es coautor de El Libro negro de la nueva izquierda, junto con Nicolás Márquez, y responsable de su mitad más razonada o argumentada.
Agustín Laje congregó a más de mil asistentes en su conferencia del pasado sábado en Santa Cruz, dedicada a “la batalla cultural”. El conferencista argentino es coautor de El Libro negro de la nueva izquierda, junto con Nicolás Márquez, y responsable de su mitad más razonada o argumentada.