El Teatro Adela Zamudio acogerá este martes, a partir de las 19:00, un evento de inclusión y denuncia social. Se trata del festival artístico de danza Ecos de libertad, violencia de género y discapacidad, organizado por la Fundación Eifodec, que reunirá a más de 60 bailarines, entre niñas, niños, adolescentes y jóvenes con discapacidad intelectual y física. La presentación busca transformar la percepción sobre la discapacidad, a través del arte.
La propuesta de la fundación se centra en visibilizar las habilidades de personas con discapacidad, brindando un espacio donde la danza y el teatro se convierten en herramientas de inclusión y transformación social. La función, que incluye un repertorio de danza contemporánea y una obra de danza teatro, aborda dos problemáticas: la violencia de género y las adversidades que enfrentan las mujeres con discapacidad en la sociedad.
En palabras de Javier Mendoza, director de Eifodec, esta edición del festival es la primera en enfocarse en la temática de la violencia de género hacia las mujeres con discapacidad. Mendoza comentó que, en años anteriores, el festival representó la histórica marcha que en 2016 emprendió un grupo de personas con discapacidad desde Cochabamba hasta la sede de gobierno, en La Paz, en demanda de un bono mensual.
Este año, la obra busca “sumarse a todos aquellos que consideran que la violencia está quebrantando la esencia humana” y señalar que, aunque afecta a todos, las mujeres con discapacidad enfrentan riesgos y vulnerabilidades adicionales.
A través de la danza-teatro, la obra se adentra en una realidad compleja en la que las mujeres con discapacidad son víctimas frecuentes de maltrato, abuso y discriminación, incluso en sus propios hogares.
Mendoza subrayó la importancia de concienciar a la población, pues muchas de estas mujeres son violentadas por familiares o personas cercanas, e incluso terminan embarazadas tras situaciones de abuso.
El festival también muestra la importancia de la inclusión artística como método de expresión y sensibilización social. Según Mendoza, el elenco está compuesto en su mayoría por personas con discapacidad intelectual, quienes encuentran en la danza una manera de mostrar su talento y expresar sus emociones.
Desde su fundación en 2002, Eifodec trabajó constantemente por la inclusión de personas con discapacidad, utilizando el arte como un medio para visibilizar sus derechos y habilidades. A lo largo de los años, sus actividades permitieron que el público entienda mejor las diversas capacidades de este colectivo, rompiendo prejuicios y promoviendo una danza inclusiva que acoge a personas con y sin discapacidad.