El acceso universal a la energía eléctrica sigue siendo un reto para Cochabamba, porque todavía hay 26.624 familias sin conexión a la red, pese a las inversiones millonarias que se hicieron para erradicar la vela y el mechero.
El cifra forma parte del Inventario energético que elaboró la Gobernación a finales de 2022 y comienzos de 2023 en coordinación con las alcaldías y comunidades. El informe se socializó el 9 de agosto de 2024 en el Primer Conversatorio de Acceso Universal a la Energía organizado por la organización no gubernamental (ONG) Luces Nuevas y por la Universidad Mayor de San Simón (UMSS).
En su intervención, el secretario de Planificación de la Gobernación, Guillerno Bazoberry, reveló que se tienen 923 comunidades (22.642 familias) sin planes inmediatos de acceso a energía eléctrica en el cono sur, trópico, valles y en la región metropolitana asociada con Ayopaya.
Aclaró que el Gobierno nacional sólo tiene el proyecto a diseño final para la electrificación de 227 comunidades (4.151 familias) en la zona andina, motivo por el que se encuentran preocupados debido a que la carencia implica rezago escolar, daños a la salud y a la economía.
En este contexto, Bazoberry mencionó que el estudio reconoce cuatro alternativas para solucionar este problema que son: la ampliación de la red de Empresa de Luz y Fuerza Eléctrica Cochabamba (Elfec) en las áreas de concesión, la implementación de redes exclusivas (radiobases), el uso de fuentes alternativas (fotovoltaicos) y soluciones individuales destinadas a comunidades aisladas.
Modelo de gestión
Enmarcados en estos lineamientos, cinco municipios del departamento avanzan con la aplicación de una de gestión para el acceso universal a la energía con fuentes alternativas con la participación activa de las familias beneficiarias y las autoridades políticas y orgánicas.
Tiquipaya, Arque, Alalay, Sicaya y Pasorapa son los municipios que tomaron la decisión de emplear el proyecto Pentaescala para luchar contra la oscuridad en las comunidades dispersas con picolámparas que se recargan con paneles solares y baterías de litio, según el director de Luces Nuevas, Ronald Cavero.
Comentó que el uso de esta tecnología no implica renunciar al sueño de tener una conexión eléctrica, pero sí resolver el problema mientras tanto porque las experiencias intentan convertir en política pública el acceso a la energía.
Laphía fue pionera
Situado a 15 kilómetros del centro urbano de Tiquipaya y enclavado en las alturas de la Cordillera, Laphía se convirtió en una comunidad pionera en promover el acceso universal a energía en 2014. La necesidad llevó a las familias de forma unánime a utilizar las picolámparas y posteriormente las baterías de litio, según la exsubalcaldesa del Distrito 3 Judith Gonzales. Las conexiones eléctricas se concretaron entre 2027 y 2018.
El acceso a energía incide en educación
El exdirector de la Distrital de Educación de Tiquipaya Emiliano Perales sostuvo que el acceso a energía incide en la calidad educativa, porque en las comunidades donde no existe conexión a red eléctrica los niños no pueden realizar actividades escolares fuera de la unidad educativa.
Comentó que la llegada de energía con fuentes alternativas a la comunidad de Carmen Pampa posibilitó la instalación de una biblioteca virtual que motivó a los niños a permanecer en el establecimiento por más horas para ampliar sus conocimientos.
Varias comunidades no tienen luz en Tiquipaya
El exsubalcaldesa del Distrito 3 de Tiquipaya Judith Gonzales informó que varias comunidades alejadas o dispersas aún no cuentan con acceso a energía eléctrica en el municipio por los elevados costos para tender la red y por las limitaciones de la topografía accidentada.
Aunque la Alcaldía promovió la campaña “Mechero cero” hasta 2018 con el uso de fuentes alternativas como los paneles solares, las familias todavía sueñan con una conexión eléctrica.
“Tiquipaya fue pionero con Laphía y convirtió en una política del municipio el acceso a la energía porque hizo que varias comunidades se sumen a la experiencia. Lamentablemente la electrificación se hace por fase y no llega a las comunidades lejanas”, sostuvo.
Gonzales puntualizó que comunidades como Carmen Pampa, Torreni y otras que se encuentran en la Cordillera y en el límite con el trópico carecen de electricidad.
Asimismo, comentó que si bien la energía eléctrica ya llegó a Laphía las familias emplean las tecnologías alternativas para el riego nocturno, el pastoreo y otras actividades productivas por sus ventajas.