El Gobierno de Brasil reiteró este jueves su condena, "en los más fuertes términos", a los ataques de Israel sobre el Líbano, que han causado ya unas 600 muertes, entre ellas la de un ciudadano brasileño de 15 años.
"El Gobierno brasileño tomó conocimiento, con profundo pesar, de la muerte, en el Valle de Bekaa, del adolescente brasileño Ali Kamal Abdallah, de 15 años de edad, natural de Foz do Iguaçu", dice una nota divulgada este jueves por la cancillería.
Agrega que "el menor y su padre, de nacionalidad paraguaya, fueron alcanzados por una explosión como resultado de intensos bombardeos aéreos israelíes" lanzados el pasado lunes.
En la nota, el Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva reitera "su condena, en los más fuertes términos, a los continuos ataques aéreos israelíes contra zonas densamente pobladas del Líbano y renueva su apelo a las partes implicadas para que cesen inmediatamente las hostilidades".
Este miércoles, cuando aún no sabía de la muerte del joven brasileño, Lula reiteró sus duras críticas a la ofensiva militar israelí en el Líbano y Gaza, en una rueda de prensa que ofreció en Nueva York tras participar en la Semana de Alto Nivel de la ONU.
Lula volvió a calificar al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, de "genocida" y sostuvo que es necesario que la comunidad internacional "lo detenga" para evitar más muertes.
"Creo que los países que le dan sustento al discurso de Netanyahu deben hacer un esfuerzo mayor para que ese genocida se detenga", declaró.
"Todo eso se suma a lo que yo llamó de genocidio en Gaza", agregó Lula, quien lamentó la incapacidad de la comunidad internacional y de la propia ONU para "contener" a Israel.
"Varias propuestas para un cese del fuego fueron aprobadas", pero Netanyahu "no las cumple", reclamó el presidente brasileño, quien en ese marco volvió a exigir una reforma de los organismos globales, de la propia ONU y, en especial, de su Consejo de Seguridad.
La campaña de bombardeos masivos que las fuerzas israelíes llevan a cabo desde el pasado lunes sobre el sur y el este de Líbano ya ha dejado más de 600 muertos, al menos un millar de heridos, y más de 90.000 desplazados, según datos difundidos este miércoles por las Naciones Unidas.