El presidente de Egipto, Abdelfatah al Sisi, y su homólogo iraní, Masud Pezeshkian, debatieron este miércoles en una reunión en los márgenes de la cumbre de los BRICS la importancia de "desactivar las tensiones" en Oriente Medio, ante los miedos de que la guerra en Gaza y el Líbano se expande en la región.
Durante el encuentro, celebrado en la ciudad rusa de Kazán, ambos mandatarios destacaron "la importancia de desactivar las tensiones regionales y evitar una escalada irracional que podría empujar a toda la región a enfrentamientos peligrosos con graves consecuencias para la seguridad y la estabilidad", según un comunicado de la Presidencia egipcia.
Asimismo, Al Sisi trasladó a Pezeshkian "los intensos esfuerzos y comunicaciones de Egipto" para mediar un alto el fuego entre Israel y el grupo islamista Hamás en la Franja de Gaza, donde alrededor de 43.000 personas han muerto en poco más de un año de guerra que ha devastado por completo el enclave palestino.
Egipto, junto con Catar y Estados Unidos, es el principal mediador en la guerra de Gaza, aunque el proceso para alcanzar un alto el fuego ha sido dinamitado en los últimos meses.
Por otra parte, Al Sisi indicó que su país también está tratado de "avanzar hacia el camino de la calma" en el Líbano, donde Israel inició una campaña de bombardeos masivos el 23 de septiembre y, una semana después, una invasión terrestre que ha sido ampliamente condenada por la comunidad internacional.
En este sentido, el presidente egipcio subrayó "la necesidad de movilizar esfuerzos internacionales para instar a todas las partes a reaccionar positivamente a los esfuerzos encaminados a restablecer la calma en la región, de manera que permita abordar la catástrofe humanitaria que están viviendo los civiles en Palestina y el Líbano”.
Precisamente, este mismo miércoles Pezeshkian exigió un alto el fuego "inmediato y permanente" en Palestina y el Líbano, al tiempo que pidió "la retirada completa" de las tropas de Israel tanto en Gaza como en el sur del territorio libanés.
Irán es uno de los principales aliados de Hamás y del grupo chií libanés Hizbulá, así como un enemigo declarado de Israel, pero en el último año ha protagonizado un acercamiento con algunos países árabes de la región como Arabia Saudita y Egipto.