Tener más tiempo para enfocarse en uno mismo, problemas financieros, crisis ambiental , aspiraciones profesionales y personales, problemas de salud y no sentirse preparados son las principales razones por las cuales los bolivianos ya no quieren tener hijos, según expertos y un sondeo de Los Tiempos.
“Prefiero no meterme en algo tan complicado como es la maternidad, quiero terminar mi carrera y hacer una maestría en el exterior”, dijo una joven de 20 años.
Otra opinó: “Traer hijos a una sociedad tan inestable y problemática es traerlos a sufrir. Yo no estoy de acuerdo con tener hijos”.
Factores
El Instituto Nacional de Estadística (INE) informó que la tasa de fecundidad en Bolivia cayó del 7,5 en 1960 al 2,1 en el censo 2024. La cifra nacional está acorde a la tendencia mundial de ya no tener hijos.
En los años 60 y 70, cada mujer en Bolivia tenía un promedio de 7,5 hijos; en la década de los 80 a 90, fue de 3,5 hijos; en 2016, llegó a 2,9 hijos, y en 2023, esta cifra cayó a 2,1 hijos por mujer, según los resultados preliminares del Censo 2024, indicó el director del INE, Humberto Arandia.
Las cifras revelan que en sólo 50 años las mujeres bolivianas pasaron de tener un promedio de ocho hijos a sólo dos.
Pero los expertos señalan que el INE debe brindar cifras más detalladas y segregadas por grupos etarios y regiones.
La economista y doctora en Planificación Carmen Ledo indicó que la tasa de fecundidad es del 1,8 por ciento en las zonas residenciales de Bolivia; en cambio, en las zonas periféricas de la ciudad es de 4 por ciento, según el censo de 2012.
Eso quiere decir que mientras las mujeres en la zona norte de Cochabamba tienen un promedio dos hijos, en la zona sur el promedio es de cuatro.
En esa época, las tasas altas de fecundidad se encontraban en el oriente boliviano, principalmente en Santa Cruz, según el censo 2012.
Ledo aseguró que la tasa de fecundidad no es un tema frío, se trata de una decisión personal, que tiene que ver con varios factores, por lo que considera que este tema amerita una rigurosa investigación.
“Se debe averiguar qué hay detrás, es importante entender los factores que determinan la fecundidad, son hechos sociales, que son influidos por muchos factores y no podemos reducirlo a una cifra, es un tema complejo”, dijo.
Agregó, que uno de los factores para la baja de la fertilidad puede ser la falta de un Estado protector, que ayude a las mujeres a ejercer su maternidad. “Hay una desprotección del Estado, las mujeres no tienen donde dejar a sus hijos mientras trabajan y deben cargar con ellos, no se les ayuda con guarderías. Es sálvese quien pueda y tener hijos para muchas mujeres es un sufrimiento (porque deben luchar solas)”, explica Ledo.
Cifras
El Director del INE explicó que Bolivia se está acercando a la “tasa de reemplazo poblacional”, es decir que los hijos que nacen sólo cubren a los padres, con lo cual la tasa de crecimiento poblacional desciende.
Para el INE este descenso de la tasa de fecundidad se debe a la pandemia, que provocó cambios notables en las dinámicas familiares y de reproducción.
Arandia también se refirió al cambio en la edad de la maternidad. “Antes, muchas mujeres tenían hijos a una edad temprana. Ahora, la tendencia es tener hijos después de los 30 años. Esto se refleja en la disminución de la tasa de fecundidad y en el incremento de la edad mínima para tener hijos”, dijo.
Faltan estudios
El sociólogo Fernando Salazar señaló que los datos que brinda el INE son muy generalizados y nada precisos.
“Puede ser cierto, pero necesitamos datos detallados, incluso separados por grupos etarios. Cuando realizamos encuestas en las periféricas de la ciudad cada casa tiene un mínimo de cinco miembros, un mínimo de tres hijos y ahora el INE nos habla de una familia nuclear y que los jóvenes prefieren tener perros y gatos”, declaró.
Al respecto, el exviceministro de Autonomías Fabián Yaksic consideró que no es una explicación seria ni razonable, ya que los dos años de la pandemia de coronavirus no hubieran afectado el crecimiento poblacional de 10 años.
“No parece muy seria esa explicación, es una especulación de parte del INE. Sólo han sido dos años de pandemia y ese impacto que está tratando de reflejar el INE no parece razonable, o no hay nacimientos, o estamos muriendo, o la migración nos está afectando”, manifestó.
Tendencia
Lo que pasa con Bolivia es similar a lo que sucede en todo el mundo, cada vez más países tienen una tasa de fecundidad que está por debajo de 2,1 hijos por mujer, que es la denominada “tasa de reemplazo” y que permite asegurarse que, generación tras generación, la relación entre nacimientos y muertes se mantenga pareja.
Cuando esa tasa se mueve por encima o por debajo de ese 2,1, el crecimiento o la caída poblacional entra en una espiral exponencial: si se producen más nacimientos que muertes, la siguiente generación será más cuantiosa y podrá potencialmente tener más hijos y esa tendencia se reproduce; si se producen menos nacimientos que muertes, entonces la tendencia será inversa.
Según una investigación del Instituto de Métricas y Evaluaciones de Salud de la Universidad de Washington, se espera que algunos países como España, Japón e Italia, entre otros, reduzcan su población actual a la mitad para el año 2100.
Para ese fin de siglo se espera que, en total, sean al menos 23 los países que reduzcan su población a la mitad, a la vez que se estima que sea prácticamente equivalente el número de personas que alcanzan los 80 años y el número de personas que nacen.