El periodista argentino Martín Sivak, quien publicó “Jefazo” un retrato íntimo de Evo Morales en 2008, confirmó que el dirigente cocalero vivía con Noemí Meneses Ch., en Argentina, tras dejar el poder en 2019.
“En la casa de Colegiales estaban Silvia, Adolfo Mendoza, el excanciller Diego Pary, Noe (Noemí Meneses), la chica que había estado en México y con quien Evo tenía una relación amorosa, y su hermana (…). Comimos con Diego y con Noe , una persona que parecía su asistente personal. El pescado no le gustó tanto. -Vi las estrellas- dijo Evo después de probarlo, sin saber que tenía mucho picante. Comía de a poco. En un gesto galante, le dio papas fritas a la mujer de la mesa”, relata parte del nuevo libro del biógrafo oficial de Morales.
El escritor -según el diario El Clarín- escuchó planes, vio “euforia contenida” de Morales y su entorno desde el exilio. El texto que sería “un drama del derrumbe, las degradaciones y el despoder”, se convirtió en “un ensayo sobre el poder y la obsesión”.
Fue así que, Sivak plasmó en su libro denominado “Vértigos de lo inesperado. Evo Morales: el poder, la caída y el reino (Seix Barral)”, lo que presenció en su convivencia con el dirigente cocalero.
Relata detalles del entorno del expresidente, desde la campaña electoral, “derrumbe personal”, su exilio y su residencia en Buenos Aires, donde convivía como pareja con Noemí, una joven 41 años menor que Morales. Se describen escenas cotidianas, como almuerzos y conversaciones.
En la actualidad, Morales es investigado por trata y tráfico de personas, en un proceso abierto en la Fiscalía Departamental de Tarija, por la relación que sostuvo con una adolescente de 15 años, con quien habría tenido una hija.
Tras aquella revelación, la exdirigente intercultural, Angélica Ponce, reveló que Morales era frecuentado por cuatro mujeres menores de edad durante su estancia en Buenos Aires, quienes ejercían funciones de "jefas de gabinete" y también atendían al expresidente. Entre estas jóvenes estaría también Noemí Meneses.
“Las acusaciones son gravísimas, donde Evo Morales no ha dado una respuesta clara, ha dicho ‘no se metan con la familia’, no ha negado, ha dicho que es parte de la persecución (…), de acusaciones en 2020, que en su momento no dejaron de ser graves, pero no fueron debidamente investigadas”, dijo Sivak en entrevista con Futurock, emisora argentina.
Lamentó el cambio de Morales, quien antes -según Sivak- “entendía la época” y ahora ante las graves denuncias argumente que se trata de una persecución política. Además, aseveró que el dirigente cocalero tiene “delirios de grandeza”.
“Él (Evo) se ha impuesto no envejecer, se niega al paso del tiempo (…), cree que el tiempo no pasa para él (…). Con los años él se volvió más personalista, se volvió megalómano (trastorno por fantasías delirantes de poder, omnipotencia, grandeza), (…) veo una radicalización extrema”, lamentó Sivak.
Asimismo, señaló que el dirigente cocalero se volvió insensible y radical “extremo” que tiene como refugio el Chapare cochabambino, donde ahora se cobija y promueve un bloqueo indefinido de caminos por su candidatura a las elecciones presidenciales de 2025. Movilización que apunta también a anular el proceso penal por trata y tráfico de personas que tiene en su contra.