Un grupo de 200 personas tomó predios del aeropuerto de Chimoré, ubicado en el departamento de Cochabamba, la tarde de este domingo, por lo que Naabol busca identificar a los responsables y alista una denuncia penal. Las operaciones de la terminal aérea fueron suspendidas debido a que permanece gente haciendo vigilia.
"Hoy (domingo), al promediar las 14:30, hemos tenido una interferencia ilícita por más de 200 personas que han podido entrarse a nuestro aeropuerto de Chimoré vulnerando todos los procedimientos y normativas de seguridad que tenemos", informó el director ejecutivo de Navegación Aérea y Aeropuertos Bolivianos (Naabol), Elmer Pozo, en conferencia de prensa.
De acuerdo con pozo, ese grupo de dos centenas de personas ingresó a tomar la plataforma, calles de rodaje y la pista de aterrizaje de esa terminal aérea y ahora permanece gente haciendo vigilia.
"Entendemos que esta mañana algunos dirigentes dieron una conferencia de prensa donde habían establecido tomar los aeropuertos. Entonces, aparentemente, podría ser una instrucción que hayan dado estas personas para que puedan entrar a nuestro aeropuerto de Chimoré", dijo.
Personal de Naabol verificará mañana, lunes, en sitio, las afectaciones al aeropuerto de Chimoré e irá a presentar ante las instancias competentes la correspondiente denuncia penal contra el o los autores.
"Estamos identificando a las personas para que podamos hacer la denuncia correspondiente, la denuncia va a ser penal, según los reportes que podamos tener", reiteró la autoridad de la estatal Naabol.
Las operaciones en el aeropuerto de Chimoré fueron suspendidas hasta que Naabol pueda verificar y cuantificar los daños acaecidos.
"Han tomado la pista de aterrizaje, poniendo palos, troncos, piedras. Hemos podido obtener un dato preliminar de que hubiesen hecho reventar aparentemente un cachorro de dinamita con lo que han podido dañar una parte de la plataforma comercial que tenemos en este aeropuerto", lamentó.
Hace 200 años y cuatro días tuvo lugar la batalla que definió la liberación de las colonias españolas y cuyas características e impacto tendrían que inspirar en los bolivianos el espíritu de la celebración que merece el bicentenario de nuestra independencia.
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Estamos a pocos meses de celebrar los 200 años de existencia de Bolivia como país libre e independiente, y a pesar de su significación histórica, la conmemoración no parece hasta ahora conmover el ánimo festivo de los ciudadanos. La apatía general y el poco interés del Gobierno por promocionar este singular acontecimiento, muestra claramente que llegamos al año del bicentenario con pocos motivos para celebrar.
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CARLOS DERPIC SALAZAR
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