El expresidente y líder del Movimiento Al Socialismo (MAS), Evo Morales, denunció el domingo un presunto atentado en su contra mientras se dirigía a la emisora radial Kawsachun Coca, en Shinahota, Cochabamba. Morales aseguró que hubo intentos de aprehenderlo, calificando el incidente como un “ataque” dirigido hacia él. La denuncia ha generado un intenso debate en el ámbito político y social, con diversos actores expresando dudas sobre la veracidad de los hechos.
En respuesta, el presidente Luis Arce condenó cualquier acto de violencia política y ordenó una investigación intensiva para esclarecer lo sucedido. “No es con la búsqueda de muertos que se resuelven problemas ni con especulaciones tendenciosas”, afirmó Arce en sus redes sociales, instando a la calma y al respeto en un contexto de creciente tensión.
Desde el oficialismo, el viceministro de Seguridad Ciudadana, Roberto Ríos, reiteró la importancia de una investigación imparcial, pero cuestionó las intenciones de Morales. “La población ya tiene un criterio sobre un posible autoatentado”, señaló Ríos, desmintiendo la afirmación de Morales sobre un intento de detención, al asegurar que no existe ninguna orden de aprehensión contra el exmandatario.
Eduardo Pereira, coordinador gubernamental en Santa Cruz, también puso en duda la autenticidad del incidente y sugirió que podría tratarse de una estrategia para ganar simpatía social. Pereira señaló inconsistencias en el video difundido por el equipo de Morales y afirmó que esto podría buscar “generar conflicto social” en el marco de las protestas en el Chapare, donde seguidores de Morales llevan bloqueando caminos desde hace más de dos semanas.
Algunos legisladores han sido aún más directos en sus críticas. El diputado Rolando Cuéllar, del ala “arcista” del MAS, calificó a Morales de “mitómano” y acusó el incidente de ser una maniobra para evadir procesos legales pendientes. Legisladores de la oposición, como Luisa Nayar, de Comunidad Ciudadana, y José Carlos Gutiérrez, de Creemos, coincidieron en expresar sus sospechas, sugiriendo que Morales podría estar buscando apoyo político y evitar responsabilidades judiciales.
Teoría del autoatentado
La teoría de un “autoatentado” ha cobrado fuerza entre analistas. El abogado penalista Cristian Sánchez cuestionó la coherencia del video presentado por Morales, señalando indicios de edición y la aparente ausencia de daños serios en el conductor, algo que, según él, sería esperado en un ataque real. “En un atentado de esta naturaleza, los disparos concentrados en el lado del conductor habrían causado daños más graves, incluso mortales. Sin embargo, el conductor apenas muestra signos de estar herido”, declaró Sánchez a Unitel, poniendo en duda la veracidad del relato.
El experto advirtió que, debido a la alta tensión en la región, una investigación objetiva podría ser difícil de realizar en el trópico de Cochabamba, donde Morales mantiene una fuerte influencia política.