La Fiscalía de La Paz imputó ayer formalmente al exministro Santos Cruz por el caso coimas en el Ministerio de Medio Ambiente y Agua a un año y medio de la denuncia.
La lista de implicados está encabezada Cruz, pero también se incluye a otros exfuncionarios y sus “palos blancos”, informó la Fiscalía.
Además de Cruz, están acusados el exviceministro de Agua Carmelo Valda y un exdirector de la Unidad Coordinadora y Ejecutora de Programas y Proyectos del Ministerio de Medio Ambiente.
Asimismo, los dos “testaferros” de la organización, un varón y una mujer, fueron acusados en el caso. Ambos están implicados por supuestamente colaborar en la adquisición de bienes.
El fiscal Franklin Alborta señaló que demandaron la máxima sanción por el delito de enriquecimiento ilícito, que es de 10 años de privación de libertad.
Respecto a la testigo clave que brindó la información para este caso, el fiscal indicó que la misma se encuentra en calidad de imputada y se pidió ampliar en su contra el delito de favorecimiento al enriquecimiento ilícito.
Explicó que, en este caso, se investiga los sobornos pagados a cambio de contratos. El dinero se habría pagado en dos modalidades, ya sea a través de traspasos bancarios o de manera directa.
Alborta afirmó que existen más de 133 pruebas que respaldan la acusación y que demuestran la desproporcionalidad de los montos en las cuentas y patrimonios de los acusados.
La Fiscalía continúa con su proceso en busca de justicia y rendición de cuentas en este caso emblemático de corrupción en el país.
Hace 200 años y cuatro días tuvo lugar la batalla que definió la liberación de las colonias españolas y cuyas características e impacto tendrían que inspirar en los bolivianos el espíritu de la celebración que merece el bicentenario de nuestra independencia.
GARY A. RODRÍGUEZ
El 7 de diciembre pasado me hicieron feliz al distinguirme como “Economista del Año - Gestión 2024”. ¡Un bálsamo en medio del desierto! En los cinco minutos que me dieron, pude reflexionar sobre varias cosas. He aquí lo dicho:
“Me siento muy honrado y emocionado por la distinción que hoy recibo como Economista del Año. No sé si la merezco, siendo que hay muchos colegas con sobrados méritos para recibir tal reconocimiento, en lugar mío”.
El 7 de diciembre pasado me hicieron feliz al distinguirme como “Economista del Año - Gestión 2024”. ¡Un bálsamo en medio del desierto! En los cinco minutos que me dieron, pude reflexionar sobre varias cosas. He aquí lo dicho:
“Me siento muy honrado y emocionado por la distinción que hoy recibo como Economista del Año. No sé si la merezco, siendo que hay muchos colegas con sobrados méritos para recibir tal reconocimiento, en lugar mío”.
Como me ocurre casi siempre, leí con interés la columna del periodista Juan José Toro. Pero, en esta ocasión, quiero hacer notar una seria discrepancia sobre lo leído en el artículo que publicó Los Tiempos, el pasado jueves 5 de este mes.
Como me ocurre casi siempre, leí con interés la columna del periodista Juan José Toro. Pero, en esta ocasión, quiero hacer notar una seria discrepancia sobre lo leído en el artículo que publicó Los Tiempos, el pasado jueves 5 de este mes.
EDWIN CACHO HERRERA SALINAS
En las últimas semanas, en el marco de la crisis multidimensional, una angustia se ha puesto por encima de otras preocupaciones ciudadanas: el hambre, fruto de la escasez y la elevación de precios del aceite, arroz y otros artículos de consumo diario. El Gobierno ha tenido que recurrir a la confiscación —y todo lo que implica— para evitar que la falta de comida en las mesas de las familias sea el caldo de cultivo para la movilización social.
En las últimas semanas, en el marco de la crisis multidimensional, una angustia se ha puesto por encima de otras preocupaciones ciudadanas: el hambre, fruto de la escasez y la elevación de precios del aceite, arroz y otros artículos de consumo diario. El Gobierno ha tenido que recurrir a la confiscación —y todo lo que implica— para evitar que la falta de comida en las mesas de las familias sea el caldo de cultivo para la movilización social.
JUAN JOSÉ TORO MONTOYA
El director del Servicio Departamental de Deportes (Sedede) de Potosí, Edgar Gonzales, hizo aprehender al periodista Juan Orellana acusándolo de extorsión. Si él estaba en capacidad de probar esa acusación, podía haberlo hecho ante cualquier tribunal, pero eligió la justicia ordinaria y ese es el principal error en este caso.
El director del Servicio Departamental de Deportes (Sedede) de Potosí, Edgar Gonzales, hizo aprehender al periodista Juan Orellana acusándolo de extorsión. Si él estaba en capacidad de probar esa acusación, podía haberlo hecho ante cualquier tribunal, pero eligió la justicia ordinaria y ese es el principal error en este caso.