Una delegación de la Vicepresidencia de Bolivia reafirmó esta semana la postura del país sobre la desestigmatización de la hoja de coca, solicitando su retiro de la Lista 1 de Estupefacientes de la ONU. Destacaron la importancia de hacer justicia a esta planta ancestral, cuyo uso ha sido erróneamente catalogado como dañino desde mediados del siglo pasado.
Bolivia estuvo representada por el secretario general de la Vicepresidencia, Juan Carlos Alurralde, quien participó en las sesiones de la Comisión de Estupefacientes (CND) y la Comisión de Prevención del Delito y Justicia Penal (CCPCJ) de Naciones Unidas, en Viena, Austria.
"Es fundamental recordar que los Estados miembros tienen la responsabilidad de garantizar que las decisiones tomadas en esta comisión se basen en la verdad científica y el respeto a los pueblos originarios", subrayó Alurralde.
Durante su intervención, Alurralde hizo énfasis en que Bolivia ha defendido desde 2011 el uso ancestral, medicinal, nutricional y cultural de la hoja de coca. "Es necesario corregir el enfoque histórico erróneo sobre la coca, una planta que ha sido fundamental para las comunidades indígenas durante siglos. Su uso debe ser reconocido por sus múltiples beneficios, no solo para Bolivia, sino para el bienestar de la humanidad", manifestó.
El secretario general también destacó que Bolivia ha trabajado desde 2013 para proteger su soberanía mediante una reserva que respalda el uso tradicional de la coca, a la vez que implementa mecanismos eficaces de control para regular su cultivo. Con este enfoque, el país reafirma su compromiso tanto con la preservación de las tradiciones ancestrales como con el cumplimiento de las normativas internacionales en materia de narcóticos.