Deportes
El plantel de Aurora comenzó ayer una etapa de concentración cerrada para enfocarse en la temporada 2024, tanto en los torneos de la División Profesional como de la Copa Libertadores.
Son varias las voces que hablan de cambiar la normativa sobre la obligatoriedad de contar con un jugador sub-20 y otro sub-23 en los 90 minutos, durante el Consejo de la División Profesional que se realizará mañana en La Paz (9:00); sin embargo, sólo un congreso puede hacer modificaciones en las determinaciones aprobadas.
El argentino Kevin Benavides, defensor del título en el Dakar, se ha adjudicado la tercera etapa del Dakar 2024, un par de horas después de su conclusión en motos, debido a las penalizaciones que la organización ha impuesto por superar los límites de velocidad al chileno Pablo Quintanilla, que acabó primero, y a Barreda, que era segundo.
Leyenda. El astro alemán dejó este mundo a los 78 años el domingo. Visitó Bolivia para un amistoso, según recordó la Bundesliga
El equipo de Wilstermann arrancó sus entrenamientos con la presencia de seis de los siete refuerzos para la presenta temporada.
“¡Adiós a una verdadera leyenda!”, fueron las palabras del esloveno Aleksander Ceferin, presidente de la UEFA, que destacó la trayectoria que tuvo el exjugador y extrenador alemán Franz Beckenbauer, quien falleció este domingo.
Opinión

Cochabamba nuevamente enfrenta una crisis ambiental y sanitaria por el bloqueo del botadero de K’ara K’ara, un problema que ha generado la acumulación de más de 4.200 toneladas de basura en sus calles (a razón de 600 por día). Esta situación, que ya se extiende por una semana, es el resultado de la oposición de un grupo de vecinos al acuerdo para utilizar el relleno sanitario por otros 25 años.

Puntos de Vista

LA H PARLANTE

DESDE LAS REDES

La Compañía de Jesús en Bolivia vive la peor crisis reputacional de su historia.

Ante la denuncia mundial sobre el abuso sexual a 85 estudiantes del Colegio Juan XXIII entre los años 1972 y 1989, sus respuestas y reacciones han sido fallidas.

La Compañía de Jesús en Bolivia vive la peor crisis reputacional de su historia.

Ante la denuncia mundial sobre el abuso sexual a 85 estudiantes del Colegio Juan XXIII entre los años 1972 y 1989, sus respuestas y reacciones han sido fallidas.

Quienes siguen mi columna, que dicho sea de paso ya lleva casi 25 años de aparecer en la prensa, saben de mi aversión a la plañidera boliviana por el mar, eso me hace un poco especial, o raro. Sí, soy de los pocos bolivianos que no quiere mar, y eso no me hace amar a Bolivia menos.

Quienes siguen mi columna, que dicho sea de paso ya lleva casi 25 años de aparecer en la prensa, saben de mi aversión a la plañidera boliviana por el mar, eso me hace un poco especial, o raro. Sí, soy de los pocos bolivianos que no quiere mar, y eso no me hace amar a Bolivia menos.

Autoridades argentinas deciden comprar el gas a empresas petroleras que operan en Bolivia, pasando por encima de YPFB; los radares comprados en 2014 no operan, aunque se ha pagado 119 millones de euros; no hay diésel en Santa Cruz ni gasolina en Chapare, mientras se organiza el sindicato de revendedores de gasolina en Pando.

Autoridades argentinas deciden comprar el gas a empresas petroleras que operan en Bolivia, pasando por encima de YPFB; los radares comprados en 2014 no operan, aunque se ha pagado 119 millones de euros; no hay diésel en Santa Cruz ni gasolina en Chapare, mientras se organiza el sindicato de revendedores de gasolina en Pando.

Desde niña supe de la existencia del cielo, del purgatorio y del infierno, por mis mayores —especialmente de las mujeres de mi familia—, y los sacerdotes y las religiosas con quienes tempranamente me relacioné en mi condición de católica. El mensaje me quedó muy claro de comienzo: iría eternamente al cielo a gozar o al infierno a padecer después de morir, según cuán bien o mal me portara en este “valle de lágrimas” en el cual hemos sido desterrados “los hijos de Eva”, según reza la Salve Regina.

Desde niña supe de la existencia del cielo, del purgatorio y del infierno, por mis mayores —especialmente de las mujeres de mi familia—, y los sacerdotes y las religiosas con quienes tempranamente me relacioné en mi condición de católica. El mensaje me quedó muy claro de comienzo: iría eternamente al cielo a gozar o al infierno a padecer después de morir, según cuán bien o mal me portara en este “valle de lágrimas” en el cual hemos sido desterrados “los hijos de Eva”, según reza la Salve Regina.