Irán negó este jueves que haya tratado de asesinar a ex altos cargos estadounidenses, al día siguiente de que el expresidente de Estados Unidos y candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, sugiriese que Teherán podría estar detrás de los dos intentos de asesinato que ha sufrido en los últimos meses.
"Está claro que tales afirmaciones son sólo parte de la atmósfera electoral en los EEUU y se hacen con objetivos políticos específicos", dijo el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Naser Kananí, en un comunicado. El diplomático calificó las acusaciones estadounidenses como "ridículas y completamente infundadas".
Trump dijo ayer que Irán podría estar detrás de los dos intentos de asesinato que ha sufrido en los últimos meses, sin proporcionar pruebas de ello. "Como saben, he sufrido dos intentos de asesinato, que sepamos. Puede que estén relacionados o no con Irán, pero es posible que sí", declaró durante un mitin en una fábrica de Mint Hill, en el estado de Carolina del Norte.
El pasado 13 de julio, un hombre disparó con un fusil de asalto contra Trump en un mitin en Butler (Pensilvania), hiriéndole en una oreja. El Servicio Secreto abatió al tirador y la directora de ese entonces, Kimberly Cheatle, dimitió días después por los errores en la protección del exmandatario.
Dos meses después, el 15 de septiembre, otro hombre armado fue arrestado en los alrededores de un campo de golf en West Palm Beach (Florida) donde estaba Trump y las autoridades hallaron una carta en la que detallaba sus planes para matarlo.
El FBI ha informado sobre ataques informáticos de 'hackers' iraníes en contra de la campaña republicana, pero no ha detectado pruebas de que exista una relación entre Irán y los dos intentos de magnicidio en contra del expresidente.
Irán ha negado en repetidas ocasiones que haya intervenido con actividades cibernéticas en las próximas elecciones de Estados Unidos para moldear su resultado de acuerdo con sus intereses.