Después de la aprobación del Decreto Supremo (DS) 5218, el sector privado ya importó un volumen de 25 millones de litros de combustibles para consumo propio y logró obtener la autorización de 100 millones de litros más, informó el viceministro de Industrialización, Adams Hurtado.
"Ya tenemos como 25 millones de litros actualmente importados y autorizados tenemos como 100 millones de litros para consumo propio", explicó la autoridad gubernamental este lunes en contacto con RTP.
El Decreto Supremo 5218, aprobado en septiembre pasado, reduce los tiempos y trámites burocráticos para la importación. Anteriormente el proceso implicaba la presentación de documentos ante un juez, lo que podía extenderse de 30 a 60 días.
Sin embargo, con la nueva normativa, las empresas privadas solo deberán realizar una declaración jurada ante la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), lo que les permitirá una gestión inmediata.
El Gobierno nacional espera que el volumen de combustible importado por el sector privado ayude a aliviar la demanda interna y, a su vez, reducir el monto de la subvención a los hidrocarburos.
A ello se suma el Decreto Supremo 5271, aprobado este mes, que autoriza la libre importación y comercialización de combustibles por un año y cuya reglamentación fue aprobada la semana pasada.
Para el trámite fue abierta una ventanilla única, tanto en Santa Cruz como en La Paz, para que en la misma se centralicen trámites que se requieren de la ANH, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) y Sustancias Controladas.
"Tenemos muy buena aceptación, existen empresas que ya han presentado su primer trámite, que es la no objeción por parte de Yacimientos y eso va a permitir viabilizar las importaciones por parte de los privados, de acuerdo a las disponibilidad y capacidades que ellos tengan", añadió Hurtado.
Hace 200 años y cuatro días tuvo lugar la batalla que definió la liberación de las colonias españolas y cuyas características e impacto tendrían que inspirar en los bolivianos el espíritu de la celebración que merece el bicentenario de nuestra independencia.
EDWIN CACHO HERRERA SALINAS
Mientras la guerra política entre el evismo y el arcismo concita la atención de los medios de comunicación tradicionales y digitales del país, en las últimas semanas han surgido iniciativas desde las oposiciones que, en los discursos, apuntan a la unidad para enfrentar a cualquiera de las versiones del masismo en los comicios de 2025, aunque anticipan que podrían transitar por caminos diferentes hacia la conquista del poder, tal como ocurrió en las últimas cinco elecciones nacionales —2005, 2009, 2014,
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Juan Evo Morales Ayma pudo pasar a la historia como el Mandela boliviano, pero perdió esa oportunidad para siempre.
Llegó al poder ganando elecciones por mayoría absoluta y logró convocar a una Asamblea Constituyente con la que se puso en vigencia una nueva Constitución Política del Estado. Pudo ser conciliador, como Mandela, pero eligió el camino de la confrontación y ése es su estilo, una tendencia que no ha hecho más que empeorar con el paso de los años.
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Pirro, rey de Epiro, venció a los romanos en la Magna Grecia en el 280 antes de Cristo. Luego de dos años, volvió a derrotarlos, pero en ambas batallas su ejército había sufrido tan graves pérdidas que en realidad su victoria no le sirvió de mucho y podía decirse más bien que equivalía a una derrota. Desde entonces a ese tipo de triunfo se le llama victoria pírrica.
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GARY A. RODRÍGUEZ
Llega septiembre —el mes de la primavera, del amor, de Santa Cruz— resultando imposible no referirse a la efeméride departamental de una región que, no con poco esfuerzo, en apenas 70 años ha pasado a tener un protagonismo sin parangón a escala nacional, gracias a la particular forma de ver y hacer las cosas de sus habitantes.
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