Seguramente más de uno de ustedes recordará al Evo Morales que ganó su primera elección en 2005, un hombre de tez morena que con el mismo suéter visitó al rey de España y paseó gran parte de Europa, un personaje que parecía cumplir el “sueño boliviano”, sueño que con el tiempo se convirtió en pesadilla.
La caída del líder indígena, aquel hombre de rostro cuadrado que fue presidente de Bolivia por 14 años, se fraguó al calor de una larga serie de ilegalidades, inmoralidades y persecuciones. De modo sistemático, Evo Morales violó la Constitución que él mismo promovió, desestimó el resultado de un referéndum que le dijo que él ya no podía ser candidato y manipuló el derecho internacional para inventar un “derecho humano” que le permita hacerse del poder. De modo paralelo, copó con sus afines el Órgano Judicial y persiguió y encarceló a todo aquel que se le opuso, y aunque su buena fortuna le permitió aprovecharse de un mercado en alza que demandaba la materia prima boliviana y ello le permitió dar bonos a diestra y siniestra y poner su nombre en toda obra que entregó, no pudo evitar el descontrol de su apetito sexual, el cual lo llevó a ser hoy en día sujeto de múltiples acusaciones de pedofilia. Su afán por las jovencitas, que era vox populi en su tiempo en el poder, se hizo una temible realidad al aflorar las denuncias que lo incriminan en uno y mil delitos.
En 2019, tras un evidente fraude, escapó de una revuelta popular que puso en jaque a su gobierno a través de 21 días de bloqueos. Ahora, cuatro años después, es precisamente Evo Morales el que bloquea a quien fuera su ministro de economía, Luís Arce Catacora.
Nadie puede negar que de bloqueos sabe mucho Evo Morales, ya que en sus años previos a la presidencia supo bloquear carreteras e industrias hasta llevar a la quiebra a varias empresas y hacer del Chapare (territorio que él domina), su propio feudo. Al respecto, es esta zona la productora de la coca que luego es base para la producción de cocaína y que llega a lugares tan distantes como la Europa que él mismo visitó a inicios de su mandato presidencial.
Tras tanta historia, queda incidir en el panorama actual, el cual muestra a una Bolivia bloqueada precisamente en el corazón de su territorio: Cochabamba. Es tanta la importancia geopolítica y productiva de esta región, que los bloqueos que hoy asfixian a los valles bolivianos afectan a todo el país. Los campesinos que ejecutan los bloqueos piden la habilitación de Evo Morales como candidato, aunque ello es contrario a la norma nacional y al derecho internacional. Para colmo de males, los bloqueadores reclaman que los juicios por pedofilia iniciados contra el líder cocalero se retiren, en pocas palabras: los bloqueos defienden a la pedofilia.
A día de hoy, los alimentos escasean y los precios se han disparado por las nubes, mientras el presidente Arce mira de balcón. Es muy posible que al momento de publicarse este artículo la situación ya dé algún giro terrible, de pronto emerja un estado de excepción, o quizás el ejército inicie acciones para desbloquear, hay quien incluso afirma que podrían darse saldos lamentables que afecten a los que se enfrenten.
Pero la pregunta en este momento es sencilla, ¿quién es el culpable de todo esto?, y la respuesta es simple: Evo Morales Aima.