El jueves 3 de octubre se llevó a cabo la final y premiación del Concurso de Cocina Creativa en La Paz, un evento dirigido a estudiantes de gastronomía que buscaba premiar la receta más audaz y creativa, utilizando productos de los 24 pisos ecológicos de Bolivia. Organizado por el colectivo cultural gastronómico Sabor Clandestino, el concurso tenía como objetivo principal promover el uso de ingredientes locales y fomentar una cocina consciente y respetuosa del entorno.
El primer lugar fue para la Escuela Hotelera, representada por Claudia Aruni, Lorena Quino y Adriana Condori. El segundo puesto lo ocuparon Gonzalo Mamani, Ángel Flores y Cristhian Kantuta, del Instituto IGA, mientras que el tercer lugar lo obtuvo el equipo del restaurante Manq’a, conformado por Yovana Chuta, Wilfredo Condori y Alex Choquetarqui.
Cada grupo presentó un plato principal, con tres porciones para los jueces. “El concurso mostró platos extravagantes y creativos”, comentó Marco Antonio Quelca Huayta, coordinador y chef de Sabor Clandestino. Entre las propuestas destacaron el uso de la chhuqa, un pato endémico de la región, papas nativas horneadas con tierra del altiplano para realzar su sabor, y cerdo cocinado al vacío durante 12 horas, logrando una textura inusualmente suave.
Quelca también subrayó las técnicas innovadoras que emplearon los concursantes, como esferificaciones de locoto y espumas de yuca y queso. Los platillos más sobresalientes fueron aquellos que utilizaron frutas, cereales, tubérculos y proteínas endémicas del país. “Valoramos especialmente a quienes investigaron y usaron productos autóctonos”, destacó.
El evento, que se extendió por dos semanas, contó con la participación de nueve escuelas de cocina, entre institutos y universidades. Los equipos, formados por tres integrantes cada uno, fueron evaluados por su habilidad para integrar productos bolivianos en sus creaciones culinarias. Los criterios de evaluación incluyeron el uso de técnicas ancestrales y vanguardistas, así como la presentación de los platos, con un énfasis particular en la conexión cultural y la inspiración detrás de cada receta.
Este concurso destacó por su importancia para la cultura gastronómica del país. “Como cocineros, tenemos la responsabilidad de transformar nuestros recursos en una cocina sana, consciente y nutritiva, utilizando productos locales”, afirmó Quelca, quien subrayó el valor de la investigación detrás de cada plato.
Origen del concurso
La idea de este certamen surgió como parte de la celebración del décimo aniversario de Sabor Clandestino. “El concurso es gratuito y lo organizamos como parte de nuestras actividades culturales. Queremos reflexionar sobre la dirección que está tomando la cocina boliviana y hacia dónde la estamos llevando”, explicó Quelca.
El interés por participar fue considerable, incluso después de cerradas las inscripciones. “Hay un gran interés, especialmente entre los jóvenes, por involucrarse en estas iniciativas, por lo que decidimos ampliar la convocatoria”, añadió. Debido a la alta demanda, el colectivo planea realizar el concurso dos veces al año: una al inicio y otra al final. “Nuestro objetivo es rescatar insumos bolivianos que están en riesgo de desaparecer y promover su uso en la cocina cotidiana”, concluyó.