Decenas de brasileños protestaron este domingo en diversos aeropuertos por la muerte de un perro enviado a un destino diferente del previsto por la aerolínea Gol, que lamentó hasta el presidente del país, Luiz Inácio Lula da Silva.
La protesta, convocada por redes sociales, fue protagonizada en diversos aeropuertos por personas acompañadas de sus mascotas que exigieron "justicia" por la muerte de Joca, el golden retriever fallecido en lo que Gol calificó de "fallo operacional".
Algunos carteles exhibidos en las protestas decían "los perros no son equipaje, son el amor de alguna persona".
El hecho ocurrió el pasado lunes, cuando Gol, una de las tres principales aerolíneas de Brasil, envió a Joca en un vuelo de São Paulo a Fortaleza en vez de a Sinop, la ciudad adonde se dirigía su dueño, con lo que un viaje de dos horas y media se convirtió en un calvario de casi ocho.
Según Gol, el perro recibió atención en Fortaleza antes de volver a embarcar para São Paulo pero murió al llegar al aeropuerto donde lo esperaba su dueño, João Fantazzini, quien ha hecho responsable a la aerolínea de un "asesinato".
La Agencia Nacional de Aviación Civil (Anac) ha iniciado una investigación sobre el asunto y aclarado que las empresas aéreas son "responsables" por el transporte de mascotas "desde el embarque hasta el recibimiento de los animales".
La muerte de Joca fue lamentada hasta por el presidente Lula, que esta semana acudió a un acto público usando una corbata con dibujos de perros en "protesta" por lo ocurrido.
"Creo que Gol tiene que rendir cuentas y que la Anac debe fiscalizar eso. No podemos permitir que siga ocurriendo en Brasil", declaró el mandatario, quien tiene dos perras de raza indefinida llamadas Resistencia y París, con las que suele aparecer en fotos que publica en sus redes sociales.
Resistencia incluso fue llevada por Lula y su esposa Rosângela "Janja" da Silva a la ceremonia de investidura del mandatario, el 1 de enero de 2013.