Óscar Villegas comienza la jornada de trabajo temprano y la termina de madrugada en el día siguiente. No cuenta las horas de trabajo porque está haciendo algo que le hace feliz como es conducir a la Selección Nacional. En 2019 estaba como asistente de Eduardo, su hermano mayor, era una situación diferente porque ahora él es quien toma decisiones, el que planifica con su cuerpo técnico.
No se fija en horarios, a veces pierde la cuenta, él y sus asistentes que tienen la misma forma de ver el fútbol.
“Arranca la jornada con el desayuno pero termina tarde de la noche, nosotros seguimos trabajando habitualmente hasta la una o un poco más de la madrugada, es que evaluamos, está también la parte de analistas, quienes preparan los videos y las exigencias que tenemos para observar a los rivales, revisamos el entrenamiento que tuvimos y obviamente planificamos el día siguiente, elaboramos igual los informes diarios del trabajo realizado; es una tarea muy laboriosa pero lo hacemos felices, a veces terminamos muy cansados, pero es algo que nos gusta y representa mucho para nosotros, para nuestras familias, y sabemos de la importancia para el país”.
¿Pensaste alguna vez en ser técnico de la Selección Nacional?
La verdad que no, estoy aquí por Dios, nunca pensé en ser DT de la Selección, no se me había pasado por la cabeza, sólo sé que Dios me puso ahí y que tengo que trabajar de la forma en que lo estamos haciendo. Siempre he pensado que Dios tiene algo preparado para mí, pero es tan increíble en sus obras que me ha dejado totalmente sorprendido, pero no esperaba el cargo. Dios puso en algunas personas la posibilidad que me contraten y después conseguir dos victorias continuas, sinceramente tampoco lo pensé.
¿Cuál fue el objetivo que te trazaste?
Queríamos ganar a Venezuela, luchar ante Chile, pero la verdad es que sabíamos de la dificultad. Chile estaba necesitado, además tiene buenos jugadores, la jerarquía que tienen, incluso de su propio técnico (Ricardo Gareca); de local era difícil, además que nunca antes Bolivia había ganado en ese reducto, también estaba la dificultad, pero es increíble lo que ha pasado. Lo que sí estábamos seguros con mi cuerpo técnico era que trabajo no iba a faltar.
¿Cómo te sientes a pocos días del partido con Colombia?
La verdad es que me siento contento, hasta la anterior fecha estábamos muy criticados, no había mucha opinión favorable, yo en este momento y como en el anterior me sentí tranquilo, ahora estoy igual. Me siento bien, haciendo las cosas con convicción, porque así lo vemos y por supuesto nos podemos equivocar, estamos expuestos a equivocarnos, pero mientras uno trabaje convencido, creo que es bueno y felices con el apoyo de toda la gente.
Ayuda el hecho de tener un grupo de trabajo compacto y que comparte tu criterio…
Absolutamente, eso es algo que yo quería decir, estoy con un cuerpo técnico de lujo, tengo al profesor Gabriel Ramírez que es joven al igual que Tutú Farah, Maxi Alonso, Pablo Sciacia, Gustavo Gois de Lira, varios colaboradores cuyo trabajo es importante, y hemos armado un grupo de trabajo que hace una excelente labor, realmente me siento muy respaldado, apoyado, por eso es que estamos trabajando de gran manera y siempre tratando de ocuparnos de los detalles, esperando a Colombia con todo su potencial.
De los cuestionamientos al apoyo unánime, cambió todo Óscar…
Sí, aunque no faltan los que no están de acuerdo con el proceso, y es normal porque no se puede agradar a todos definitivamente, siempre dije que si lo reunía a Carlitos Lampe en el arco tenía a la mitad del país en contra porque seguro querían a Billy en el arco, y creo que es totalmente normal; hoy tenemos algunas bajas, obviamente, Henry Vaca, Carlos Lampe, Roberto Fernández, Yomar Rocha, Ervin Vaca, y ha habido algunos cambios naturales.
¿El 10 va a ser un partido diferente, Venezuela tiene características diferentes a Colombia?
Sí, en realidad todos los rivales son diferentes, obviamente que la actualidad de Colombia es muy buena, viene de ganarle a Argentina, de ser subcampeón de América, cuenta con jugadores de mucha jerarquía, pero también nosotros estamos en una etapa de evolución, de crecimiento en el que tenemos que ponernos fuertes en nuestro campo, hacernos respetar y tratar de practicar sobre todo buen fútbol, a partir de ello llegar a ser fuertes, no alcanza con correr mucho sino tener la posibilidad de manejar bien la pelota, tener orden táctico, de saber encontrar los espacios que pueden hacer sufrir el rival, así que depende de muchos factores que los estamos trabajando. También tiene que haber una fuerza emocional, estabilidad, una personalidad que se está construyendo, el jugador boliviano tiene que saber ser contundente cuando le toque, y también en la adversidad hacernos fuertes.
¿La experiencia de Chile fue reconfortante para ustedes?
Fue muy duro recibir un gol de esa manera y salir como lo hicimos para buscar el segundo gol, no retroceder, hubo mucha estabilidad emocional, deseos y actitud.
¿Ese resultado los motivó mucho más?
Entusiasma mucho la forma en que están trabajando, así fue en la anterior fecha, realmente un trabajo intenso, son muy receptivos los jugadores a la propuesta nuestra, eso ha generado que se pueda conseguir las dos victorias, ha generado muchísimo compromiso y ustedes ven como se festeja cada gol, vemos –también- a Henry Vaca que tiene compromiso, quiere participar en la recuperación del balón, no yendo a hacer sombra sino obligar al rival a que suelte, a recuperar la pelota, eso habla de un compromiso grande de todos los jugadores.
¿Psicológicamente cómo están trabajando?
Por el momento no tenemos a un psicólogo en el cuerpo técnico, estamos colaborando todos en ese aspecto, con dinámicas que nos ayudan a mejorar en la autoestima, la confianza, determinación, por supuesto que tenemos charlas en las que tratamos de incidir en todos esos aspectos, por ahí también hemos tenido el apoyo de gente amiga.
Además, a la mayoría de los jugadores los conoces desde su formación…
Claro que sí, los conozco a casi todos, incluso en la Copa América de 2019 he estado con algunos de los más experimentados, y nos conocemos, eso ayuda mucho a que podamos desarrollar de mejor manera nuestro trabajo.