Carreras Pampa, ubicado en el Parque Nacional Toro Toro, en Potosí, ha sido declarado como uno de los sitios paleontológicos más importantes del país y del mundo, con más de 15 mil huellas de dinosaurios y aves fosilizadas registradas a la fecha. Este extraordinario yacimiento, descrito como un “museo a cielo abierto”, captó la atención de la comunidad científica internacional, convirtiéndose en un referente para la paleontología y el turismo de aventura.
El yacimiento, cuyas investigaciones se iniciaron hace apenas seis años, ha sido objeto del estudio liderado por el doctor paleontólogo e investigador español Raúl Esperante. Durante su trabajo en la zona, Esperante y su equipo descubrieron nueve sitios con icnitas —huellas fósiles— en Carreras Pampa. Ocho de ellos revelaron un total de 14.700 huellas, y en el noveno lugar, visitado por la Revista OH! hace un mes, se estima la existencia de entre 600 y 800 más, lo que podría elevar el total a cerca de 15.500 rastros prehistóricos. Según el español, este número no sólo posiciona a Carreras Pampa como el mayor yacimiento de huellas de dinosaurios en el continente, sino que lo sitúa como un récord mundial.
Entre los hallazgos más notables se encuentran las huellas tridáctilas de aves, cuya insólita preservación convierte a Carreras Pampa en un sitio de interés científico único. “Este yacimiento es un caso excepcional en el mundo”, afirmó Esperante, quien subraya la importancia de difundir y preservar este patrimonio invaluable. “Vengan a verlo y disfruten de este extraordinario ejemplo de preservación de huellas de dinosaurios y aves”, invita. Para Esperante, esta coexistencia entre huellas de ave y dinosaurios es fascinante, un hito en la historia de la paleontología.
RIESGOS Y DESAFÍOS
El yacimiento de Carreras Pampa enfrenta desafíos que amenazan la integridad de las huellas fosilizadas descubiertas y más aún a las que todavía no han sido encontradas. Las lluvias en la región erosionan la superficie y dañan las icnitas, mientras que las raíces de plantas y árboles, al crecer, perforan el sustrato, comprometiendo la preservación de las huellas. “Estas raíces penetran la capa superficial y pueden causar daños irreversibles”, explicó Esperante, quien, sin entrar en política, insiste en la necesidad de implementar medidas de protección urgentes.
Además de las icnitas de dinosaurios y aves, Carreras Pampa alberga más de 1.500 marcas de natación, muchas de las cuales forman rastros sobre lo que alguna vez fue el fondo de un lago prehistórico. Este antiguo lago, cuyas aguas permitieron que las huellas quedaran impresas en el sustrato blando, es testigo de la presencia de dinosaurios que cruzaban la región nadando y arrastrándose.
“Es fascinante. Estas marcas nos cuentan una historia del pasado, una ventana al comportamiento de estos animales”, señaló Esperante. Uno de los aspectos más singulares de Carreras Pampa es la presencia de marcas de cola, un hallazgo extremadamente raro en el campo de la paleontología. “Aquí tenemos más rastros con marcas de cola que en cualquier otra parte del mundo, lo que es científicamente significativo”, agregó.
AL SERVICIO DE LA CIENCIA
El yacimiento no sólo es un sitio de valor científico, sino que también ha impulsado el interés de los comunarios, especialmente de los jóvenes. Un ejemplo destacado es Silveria Hinojosa, estudiante de Turismo en el Instituto Tecnológico Superior Charcas, quien colabora activamente en las investigaciones. Hinojosa es pieza clave en el registro y medición de las huellas de natación en Carreras Pampa, demostrando su compromiso con la preservación del patrimonio natural.
Durante una de las visitas al yacimiento, Hinojosa demostró cómo se realizan las mediciones de las marcas de natación y arrastre, analizando la profundidad de las pisadas y la distancia entre ellas. Este tipo de estudios es fundamental para la paleontología, ya que permite a los científicos comprender mejor el tamaño y el comportamiento de los dinosaurios que habitaron la zona hace millones de años.
Carreras Pampa es, sin duda, uno de los yacimientos más importantes del mundo en cuanto a la preservación de huellas fosilizadas de dinosaurios y aves. A pesar de los riesgos naturales que enfrentan las icnitas, la comunidad científica, en colaboración con los jóvenes locales, los guardaparques y autoridades locales, sigue trabajando arduamente para estudiar y proteger este invaluable patrimonio. Para las autoridades de la Mancomunidad de la Cuenca de El Caine, los guardaparques del Parque Nacional Toro Toro y la comunidad científica; el reto ahora es asegurar que el conocimiento adquirido y el potencial turístico de la región contribuyan no sólo a la ciencia, sino también al desarrollo local y a la preservación de este asombroso legado prehistórico