A 78 kilómetros del corazón de Tiquipaya, en Cochabamba, se encuentra uno de los paisajes más impresionantes de Bolivia: Yunga Pampa. Este paraje natural, ubicado a más de 3.800 metros sobre el nivel del mar, ofrece una experiencia única entre bosques de pinos, kewiñas, lagunas y un “colchón de nubes”, custodiado por imponentes montañas, en la tierra del jukumari.
La primera parada de esta aventura, que conquista a los apasionados por el trekking, el senderismo y el camping, es la Karapacheta, un punto a 4.600 metros de altura, donde los viajeros comienzan a aclimatarse, sentir el cambio de energía en el ambiente y disfrutar de las vistas panorámicas del Tunari y sus lagunas. Desde ahí, es posible divisar el imponente Pico San Agustín, el más alto de Tiquipaya, con sus 4.900 metros.
Este sitio es un lugar lleno de historia y tradición. Es común encontrar “apachetas”, pequeños montículos de piedras que forman parte de la cultura andina y que eran utilizadas por los chasquis, mensajeros de la época precolombina que recorrían largas distancias, para guiarse entre valles y rendir respeto a la Pachamama, explica la responsable de la Unidad de Turismo de Tiquipaya, Roma Torrez. “Estas tradiciones se están perdiendo, tenemos tanto por mostrar como bolivianos”, manifiesta. Afortunadamente, comenta que los turistas, locales y extranjeros se apropian y reviven esta tradición dejando su propia piedra en las “apachetas”, lo que hace del viaje una experiencia espiritual.
CAMINANDO ENTRE NUBES
Una vez en Yunga Pampa, el paisaje se transforma por completo. Custodiado por montañas y cóndores vigilantes, este lugar es el hogar del jukumari (oso andino) y otras especies nativas protegidas por las comunidades. La fauna silvestre, desde vizcachas hasta truchas en los ríos cercanos, es parte del encanto de esta región, pero uno de los mayores atractivos es la oportunidad de caminar, literalmente, sobre el “colchón de nubes” que se forma al amanecer.
Entre abril y agosto, es la mejor época para observar este impresionante espectáculo natural desde el albergue turístico, construido en 2007, con el objetivo de realizar estudios en el sector, pero que se convirtió en un atractivo turístico.
Este refugio, conocido como Yunga Punta, está ubicado en la comunidad de Rumi Coral, situado en el punto de ruptura entre la cordillera y el inicio de las zonas bajas a 3.810 msnm. Por el momento, no se encuentra en funcionamiento debido al abandono que sufrió en anteriores gestiones, es así que la Unidad de Turismo del Gobierno Autónomo Municipal de Tiquipaya trabaja en la rehabilitación de esta infraestructura. Sin embargo, los turistas pueden acampanar alrededor. El portero y su familia, quienes además son guías comunitarios, brindan una cálida bienvenida. Como conocen la zona como la palma de su mano, comparten historias locales y acompañan a los visitantes por rutas cercanas y caminatas de hasta seis horas.
UN LUGAR MISTERIOSO
A una hora de camino desde el albergue, los visitantes también pueden contemplar la majestuosa cascada de Infiernillos, una de las más altas del departamento, con una caída de más de 200 metros, envuelta en leyendas que la hacen aún más misteriosa.
Aunque los turistas solo pueden observarla y contemplarla desde un mirador ubicado al frente de la cascada, es posible divisar el fondo. “No se puede estimar la exactitud de su altura porque es complicado llegar hasta el fin”, menciona Torrez. En una visita con la Revista OH, la guía contó que cuando la gente llegaba a este lugar, especialmente sola, escuchaba voces que la “jalaban” hasta la zona de Infiernillos; al estar “hipnotizada” terminaba cayendo al vacío. “Dentro de la historia al fondo de la cascada hay bastantes espíritus y almas que cayeron”, señala.
La travesía por Yunga Punta no es solo un encuentro con la naturaleza, sino también un viaje al pasado, a la cosmovisión andina y a las tradiciones que aún viven en la región. Los comunarios, guardianes de este territorio, invitan a los visitantes a conocer y respetar este paraíso, mientras Tiquipaya busca impulsar un turismo comunitario sostenible.
MÁS RUTAS TURÍSTICAS
Tiquipaya tiene al menos ocho rutas turísticas habilitadas. Rumi Plaza es un patrimonio arqueológico del sector, el cual cuenta con pinturas rupestres, formaciones rocosas y mucha historia. Se encuentra sobre los 3.900 msnm. Durante el recorrido, se pueden observar diferentes lugares, como cañadones, flora, fauna, paisajes únicos y vistas panorámicas memorables.
Torre Torre es otro atractivo. Esta comunidad está ubicada en el distrito 2 del municipio, con lagunas aptas para la pesca. Este lugar se prepara para recibir turistas. La Phia es otra comunidad caracterizada por su agroproducción por excelencia, en el Distrito 3. Atesora a la kewiña más antigua reconocida como “árbol emblemático del municipio de Tiquipaya”. También tiene a los “tres jefes” (eucaliptos milenarios) y una cadena de cascadas imponentes. Ref. 76988881 (Turismo Tiquipaya)