Con su genuina belleza, carisma e inteligencia, Camila Ribera Roca hizo historia al conquistar el título de virreina en el Miss Internacional 2024, en Japón, hace un mes. En una entrevista con la Revista OH!, Camila abre su corazón y revela los desafíos, aprendizajes y sueños que marcaron su paso por uno de los certámenes de belleza más importantes del mundo.
Camila expresa que no sólo llevó la banda de Bolivia al Miss Internacional 2024, sino que también llevó consigo el orgullo y la pasión del país. “Me gusta decir que me preparé toda la vida para esto, pero sin saberlo porque fue una oportunidad que se dio de un momento a otro”, declara. Desde su designación por Promociones Gloria, su meta fue clara: demostrarle al mundo que Bolivia está llena de talento, cultura, belleza y personas con gran potencial.
Sin embargo, el camino no fue fácil. Camila comenta que tuvo que enfrentar la presión de representar a su país con la misma fuerza con la que lo hicieron sus antecesoras, una tarea que no estaba libre de comentarios pesimistas.
“Había muchos comentarios de que Bolivia no volvería a entrar en el top 5 porque ya lo había hecho el año pasado. Pero decidí participar y me sentí tranquila de dar todo de mí de una forma auténtica y genuina”, confiesa Camila.
EL CAMINO DE LA PREPARACIÓN
Camila revela que su disciplina en la actividad física y el ejercicio no sólo le ayudaron a verse bien, sino también a mantener un equilibrio mental y emocional, importantes para participar en estos certámenes de talla internacional. “El ejercicio no es sólo por estética, sino por bienestar mental. Te ayuda a liberar el estrés y a fortalecer la disciplina diaria”, afirma.
Su mentalidad y su fe fueron también importantes en este proceso, expresa. “Soy fiel creyente de que Dios nos manda con un propósito y dones únicos. Parte de ese propósito era poder hacer una contribución al mundo y por eso empecé desde joven a participar y apoyar proyectos sociales”, señala.
“YO SOY BOLIVIA”
Camila Ribera Roca presentó un proyecto social bajo el título “Yo Soy Bolivia”, una iniciativa que busca fomentar el autoconocimiento, la autoestima y la identidad boliviana. Este proyecto se centra en tres pilares esenciales: conocerse, aceptarse y valorarse.
“Quiero que los bolivianos se reconozcan a sí mismos, que se acepten, amen y valoren. Mi proyecto propone que el primer paso es el autoconocimiento. Siento muchas veces que como bolivianos no valoramos lo que somos o el orgullo de querer representar al país”, explica. Para lograrlo, implementó talleres y actividades interactivas, utilizando herramientas como el análisis FODA personal, que permite a los participantes identificar sus fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas.
Además, comparte que algo que la impulsó a continuar e inspiró fue el “Ikigai”, una filosofía japonesa que se traduce como “la razón de ser” y que invita a las personas a encontrar una actividad que les apasione, que sean buenas en ella, que contribuya al mundo y que, además, pueda generar una retribución económica. “Yo siento que mi propósito es ése, tratar de inspirar a las personas, ayudarlas y en un futuro ver los frutos”, sostiene.
UN TRAJE CON UN MENSAJE PODEROSO
Camila quiso llevar al certamen un mensaje de conciencia sobre los incendios forestales en Bolivia, que afectaron gravemente la flora y fauna del país. Para ello, diseñó un traje típico que simboliza el proceso de destrucción y regeneración de la naturaleza. “Mi traje tenía llamas y el tocado representaba el fuego, pero al abrirse, se podía ver la esperanza de la recuperación de nuestra flora y fauna”, explica. Este gesto no sólo conmovió a la audiencia, sino que también envió un mensaje de concienciación a escala internacional.
LA MUJER MÁS ALLÁ DE LA PASARELA
Lejos de las luces de los escenarios, Camila Ribera se muestra como una mujer sencilla, cercana y con valores firmes. “Si hay algo que pido a Dios que nunca se me vaya, es la humildad”, comparte. Para la virreina, la humildad es el rasgo que define su esencia, y afirma que los títulos, el poder o la fama no deben cambiar la esencia de una persona. “Para mí, todos somos iguales, estamos a la par y considero que ése es un valor personal que quiero que me acompañe el resto de mi vida”, añade.
Asimismo, su papel como hermana mayor, tras asumir responsabilidades desde temprana edad, la ayudó a forjar un carácter fuerte y empático. “Mi mamá es mi mayor inspiración y mi motor. Ella me enseñó a trabajar duro y me inculcó valores que hoy son la base de mi vida”, señala con orgullo. “Tengo 26 años, pero siento que he tenido experiencias muy lindas que me han enseñado a valorar la vida”, reflexiona.
En cuanto a sus intereses personales, menciona que disfruta del ejercicio físico, pero no se limita a un solo deporte. Practicó disciplinas como el crossfit, la calistenia y el yoga, siempre buscando nuevas experiencias. “Me gusta estar activa y probar nuevas disciplinas, porque cada una te enseña algo diferente”, comenta. Otra de sus pasiones es viajar y, el compartir con más de 70 mujeres hermosas en el Miss Internacional fue una experiencia enriquecedora. “En cualquier parte del mundo tenemos una hermana porque no se sintió un ambiente competitivo malo, fue algo de otro mundo”, dice emocionada.
Finalmente, recalca la importancia de la belleza interior y el amor propio. “Si no estamos bien por dentro, no podemos transmitir belleza hacia afuera”, subraya. Este mensaje lo lleva consigo en cada paso de su camino, inspirando a las nuevas generaciones a buscar la autenticidad en lugar de la perfección.