En un contexto económico marcado por la escasez de dólares y su impacto en distintos sectores productivos, la frase “las exportaciones son el sueldo de Bolivia”, pronunciada por el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), cobra una relevancia crucial. A pesar de la importancia de las divisas para sectores como la industria, la minería y los productores agropecuarios, el ingreso de dólares provenientes de exportaciones al sistema financiero boliviano es mínimo. Esto plantea una interrogante urgente: ¿cuáles son las razones detrás de esta situación?
Ahora la pregunta es: ¿por qué los empresarios no salen a dar sus razones por las que no cumplen con una medida como el Certificado de Devolución Impositiva (Cedeim) que fue implementada según sus peticiones, con tiempos reducidos, y en la que lo único que tenían que hacer era introducir dólares al sistema financiero boliviano?
¿Por qué persiste la especulación con esta divisa, generando malestar económico en el pueblo boliviano? Deberíamos estar escuchando en los medios que cada mes ingresaron determinados montos de dólares por parte de los exportadores, en lugar de oír sus quejas cuando se suspenden las exportaciones.
Sobre estas medidas, el IBCE señala que es una decisión “nefasta, porque el sector empresarial, que arriesga e invierte en el país, necesita tres seguridades: la jurídica, la seguridad de mercado y, la tercera, la seguridad de que las autoridades lancen buenas políticas, no como esta que hace mucho daño a los productores”.
El Gobierno ha implementado diversas políticas para facilitar las exportaciones y promover la repatriación de divisas, como la liberación plena de exportaciones, la reducción de la trámites de 100 días a sólo cinco, y el Cedeim que permite a los exportadores recuperar impuestos como incentivo para ingresar dólares al sistema financiero.
Sin embargo, hasta ahora los resultados han sido desalentadores. Según estimaciones, el 70% de las divisas generadas por exportaciones deberían repatriarse al país: un 72% en el sector agropecuario, 70% en minería y 60% en manufactura. En términos concretos, de un promedio de $us 450 millones generados mensualmente por los exportadores privados, deberían haberse ingresado $us 315 millones al sistema financiero boliviano. No obstante, las cifras reflejan una realidad diferente: no se ha reportado el ingreso de un solo dólar bajo el Cedeim.
El sector empresarial, que ha demandado condiciones favorables para operar, guarda silencio sobre el incumplimiento de esta medida. A pesar de haber solicitado estas políticas, los exportadores no han cumplido con la repatriación de divisas. Por el contrario, han criticado medidas como la suspensión temporal de exportaciones cuando los cupos internos son insuficientes.
El gerente del IBCE, calificó estas decisiones como “nefastas”. El Gobierno argumenta que con ellas se busca garantizar el abastecimiento del mercado interno y controlar el contrabando.
El contrabando de productos como el aceite comestible agrava la situación económica. Bolivia produce 457.292 toneladas de aceite al año, de las cuales se exportaron 328.609 toneladas hasta noviembre de 2023. Aunque existe un excedente de 39.000 toneladas, se ha detectado que parte de esta producción cruza ilegalmente las fronteras.
En Perú, por ejemplo, se denunció la entrada de 13 cisternas de aceite boliviano en Puno, donde se vende a precios significativamente inferiores a los locales, generando una ganancia de más de Bs 35 por litro. Este contrabando de exportación afecta tanto a la economía boliviana como al poder adquisitivo de la población.
Ante esta situación, el Gobierno ha propuesto la aprobación de la Disposición Adicional Séptima del proyecto de Ley del Presupuesto General del Estado (PGE) 2025, que busca regular la cadena productiva y combatir el contrabando. Asimismo, se ha invitado a los agroempresarios a participar en la reglamentación de estas medidas.
La falta de ingreso de divisas y el impacto del contrabando plantean serias dudas sobre el compromiso del sector empresarial con la economía nacional. Mientras tanto, los consumidores enfrentan incrementos en los precios y una disminución de su poder adquisitivo. Es fundamental que las autoridades refuercen los controles y que los exportadores cumplan con sus obligaciones para garantizar la estabilidad económica del país.
Bolivia enfrenta un desafío complejo, pero el cumplimiento de las normativas y una colaboración efectiva entre el Gobierno y el sector privado podrían marcar la diferencia para asegurar que las exportaciones realmente sean el sueldo de la nación.
EMILIO MARTÍNEZ CARDONA
La caída del régimen de 50 años de los Assad en Siria demuestra una vez más que las tiranías no son eternas. “¿Es un imperio/esa luz que se apaga/o una luciérnaga?”, dice un haiku de Borges, palabras que vienen a la memoria ante la aparente facilidad con que se dio el derrumbe de esta sangrienta dictadura familiar, que no dudó en usar armas químicas en gran escala contra la población civil.
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En diciembre de 2014, el entonces Ministro Luis Arce, publicó un manifiesto denominado “Modelo Económico Social Comunitario Productivo (MESCP)” en el que resumió las bases del programa económico que impuso el gobierno en 2006 y que continúa hasta hoy.
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La guerra en Siria comenzó en marzo de 2011 con un grafiti que decía: “Te llegó el turno, doctor”. Terminó con la intervención de tropas rusas (al principio los hombres de Wagner) y la feroz participación de las milicias de Hezbollah, dejando al país dividido.
La guerra en Siria comenzó en marzo de 2011 con un grafiti que decía: “Te llegó el turno, doctor”. Terminó con la intervención de tropas rusas (al principio los hombres de Wagner) y la feroz participación de las milicias de Hezbollah, dejando al país dividido.
A pocos días de las elecciones judiciales, la inmensa mayoría de la población boliviana desconoce a los candidatos, no tiene las más mínimas condiciones de elegir informadamente y tampoco entiende porqué en la mayor parte de los departamentos del país debe participar en unas elecciones mutiladas, en las que en algunas partes podrán votar por todas las opciones y en otras, particularmente el oriente boliviano, los ciudadanos no podremos elegir a nuestros representantes al Tribunal Constitucional, y en Be
A pocos días de las elecciones judiciales, la inmensa mayoría de la población boliviana desconoce a los candidatos, no tiene las más mínimas condiciones de elegir informadamente y tampoco entiende porqué en la mayor parte de los departamentos del país debe participar en unas elecciones mutiladas, en las que en algunas partes podrán votar por todas las opciones y en otras, particularmente el oriente boliviano, los ciudadanos no podremos elegir a nuestros representantes al Tribunal Constitucional, y en Be
En materia de las relaciones con el gobierno del depuesto líder sirio, Bachar al Asad, la diplomacia del MAS estuvo alineada siempre con la posición promovida por el gobierno de Rusia y secundada, obviamente, por regímenes como los de Nicaragua, Cuba, Venezuela e Irán.
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ENRIQUE VELAZCO RECKLING
La idea respecto a qué determina el crecimiento, orienta las políticas económicas lo que, a su vez, define los efectos sociales, políticos y ambientales del crecimiento. Para el capitalismo industrial, que consideraba que la producción definía el crecimiento, el nivel de empleo era un indicador fundamental, tanto por su vínculo y aporte directo a los procesos productivos, como por la capacidad de consumo que los salarios otorgan a los hogares (“la causa del desempleo es la falta de demanda”).
La idea respecto a qué determina el crecimiento, orienta las políticas económicas lo que, a su vez, define los efectos sociales, políticos y ambientales del crecimiento. Para el capitalismo industrial, que consideraba que la producción definía el crecimiento, el nivel de empleo era un indicador fundamental, tanto por su vínculo y aporte directo a los procesos productivos, como por la capacidad de consumo que los salarios otorgan a los hogares (“la causa del desempleo es la falta de demanda”).
En un contexto económico marcado por la escasez de dólares y su impacto en distintos sectores productivos, la frase “las exportaciones son el sueldo de Bolivia”, pronunciada por el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), cobra una relevancia crucial. A pesar de la importancia de las divisas para sectores como la industria, la minería y los productores agropecuarios, el ingreso de dólares provenientes de exportaciones al sistema financiero boliviano es mínimo.
En un contexto económico marcado por la escasez de dólares y su impacto en distintos sectores productivos, la frase “las exportaciones son el sueldo de Bolivia”, pronunciada por el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), cobra una relevancia crucial. A pesar de la importancia de las divisas para sectores como la industria, la minería y los productores agropecuarios, el ingreso de dólares provenientes de exportaciones al sistema financiero boliviano es mínimo.
El camino al infierno, dicen, está empedrado de buenas intenciones, y Marcelo Claure ha irrumpido cual elefante en la cristalería de la política. No cabe duda de sus buenas intenciones al encargar encuestas para orientar a la gente y descubrir cuál es “la voz del pueblo”.
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Varios analistas mencionan que, salir de la crisis actual, necesitará “otro 21060”. El doctor Juan Antonio Morales, actor directo en el equipo que diseñó e implementó el ya famoso Decreto Supremo 21060, ha compartido lo que fue el proceso de análisis y de reflexión que culminó en la redacción de esa norma.
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En Bolivia, quizás por fuerza de las circunstancias, existen algunas palabras que son mágicas: basta decir Evo Morales o, incluso ,Luis Arce e inmediatamente se despierta el interés. Muchos vuelcan su atención sobre lo que hacen o no hacen los nombrados, actualizándolos consciente o inconscientemente en su imaginario. Hay otras formas de denunciar lo inaceptable.
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