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Más de 7.334.000 bolivianos estamos habilitados para votar hoy en las terceras elecciones judiciales de nuestra historia. Son comicios en los que, como lo admite el presidente del Órgano Electoral Plurinacional, “a los ciudadanos y ciudadanas, no les gusta este sistema de elección de jueces”.
Ese disgusto permite pensar que, igual que en 2011 y 2017, una mayoría de los sufragios —más del 50%— no serán válidos.
Qué difícil escribir sobre nuestro país en medio de sucesos que aumentan la conflictividad, como si lo que no necesitáramos fuera paz a fin de que todo mejore…
Qué difícil escribir sobre nuestro país en medio de sucesos que aumentan la conflictividad, como si lo que no necesitáramos fuera paz a fin de que todo mejore…
El 17 de agosto de 2025, cantarán las aves sacrificadas.
Los animales chamuscados se levantarán para recordar su inmortalidad. Los árboles agitarán sus ramas. Los bosques dejarán oír sus vientos lastimeros y nosotros, los que presenciamos con horror los fuegos fatuos de la muerte y de la inverosimilitud, también asumiremos la convicción de votar por el nunca MAS.
El 17 de agosto de 2025, cantarán las aves sacrificadas.
Los animales chamuscados se levantarán para recordar su inmortalidad. Los árboles agitarán sus ramas. Los bosques dejarán oír sus vientos lastimeros y nosotros, los que presenciamos con horror los fuegos fatuos de la muerte y de la inverosimilitud, también asumiremos la convicción de votar por el nunca MAS.
El cinismo político ha llegado a niveles alarmantes en nuestro país. Los cínicos políticos se creen astutos, se ven impunes, se muestran arrogantes y actúan principalmente por interés propio, con discursos huecos relacionados con el bien común. El cinismo político no surge de la nada. En Bolivia es el resultado acumulado de décadas de corrupción, promesas incumplidas, desinstitucionalización y prácticas políticas de aprovechamiento de todo lo que aparece a su paso.
El cinismo político ha llegado a niveles alarmantes en nuestro país. Los cínicos políticos se creen astutos, se ven impunes, se muestran arrogantes y actúan principalmente por interés propio, con discursos huecos relacionados con el bien común. El cinismo político no surge de la nada. En Bolivia es el resultado acumulado de décadas de corrupción, promesas incumplidas, desinstitucionalización y prácticas políticas de aprovechamiento de todo lo que aparece a su paso.
Con los resultados del censo, he tenido la misma sensación que cuando hago cuentas a fin de mes, siempre creo que tengo más, y al juntar lo que tengo en mis bolsillos, en mi “huacaycha” y en mi cuenta bancaria, descubro que es mucho menos, y primero me rebelo, creo que alguien me ha robado, que me han cobrado dos veces la cuenta de luz, que he perdido mi dinero en algún lugar, finalmente vuelvo a hacer cuentas, y me doy cuenta que así nomás es, que nadie me ha cobrado demás, que no he perdido nad
Con los resultados del censo, he tenido la misma sensación que cuando hago cuentas a fin de mes, siempre creo que tengo más, y al juntar lo que tengo en mis bolsillos, en mi “huacaycha” y en mi cuenta bancaria, descubro que es mucho menos, y primero me rebelo, creo que alguien me ha robado, que me han cobrado dos veces la cuenta de luz, que he perdido mi dinero en algún lugar, finalmente vuelvo a hacer cuentas, y me doy cuenta que así nomás es, que nadie me ha cobrado demás, que no he perdido nad