La paraba barba azul (Ara glaucogularis), un ave emblemática y endémica de Bolivia, cuya presencia se circunscribe a los Llanos de Moxos, en el departamento de Beni, afronta una situación de crítica amenaza, exacerbada por designios de librar individuos de cautiverio a la vida silvestre. A pesar de los inmensos bríos de preservación comenzados, que han permitido un incremento en su número de 455 individuos en 2015 —según el único censo poblacional metódico y basado en una metodología científica sólida elaborado para esta especie llevado adelante por la Asociación Armonía—, a aproximadamente 600 ejemplares en la actualidad, apoyado en el monitoreo de la misma asociación, la vuelta de esta género representa un peligro enorme para el futuro de esta especie.
La iniciativa de repatriación gestada por la Fundación Conservación de Loros en Bolivia (CLB), en asistencia con el World Parrot Trust (WPT), ha originado intranquilidades relevantes en diversos peritos en preservación de este género.
“Expreso mi profunda preocupación (compartida con muchos profesionales biólogos de la conservación) acerca de la manera en que se está llevando adelante la iniciativa de cría en cautiverio para la reintroducción o reforzamiento poblacional de la paraba barba azul. Este proceso de repatriación ha utilizado evidencias científicas incompletas y débiles. La reintroducción de esta especie sin implementar todas las medidas de seguridad puede traer consecuencias negativas considerables, ser contraproducente a los esfuerzos de la recuperación ya aprobados, y poner la especie en muy alto riesgo nuevamente”, señaló Rodrigo Soria, director ejecutivo de Asociación Armonía, institución que trabaja 30 años en la conservación de la paraba barba azul en Beni.
Los argumentos en contra de la repatriación, que se realizó el miércoles 6 de marzo, de cinco individuos de paraba barba azul al Centro Sachojere, situado en el municipio de Loreto, a 22 kilómetros de Trinidad, se articulan en torno a varios aspectos críticos, que ponen en jaque la viabilidad y seguridad de esta iniciativa. Estas preocupaciones abarcan:
- Riesgo de enfermedades: la reintroducción de aves criadas en cautiverio sin los protocolos de sanidad adecuados representa un riesgo elevado de transmisión de enfermedades virales aviarias a la población silvestre o viceversa. Dada la complejidad para detectar estas enfermedades, sus consecuencias podrían ser catastróficas en el peor de los casos, o mínimamente menos efectivas que las acciones que hoy ya están mostrando resultados positivos (ej. el programa de nidos artificiales). “Es importante mencionar que no existe la posibilidad predecir la rapidez e intensidad en que un virus común entre mascotas podría manifestarse en vida silvestre. Siendo esto un peligro para las poblaciones silvestres”, aseveró Soria.
Para Mauricio Herrera, representante legal de Loro Parque Fundación, la introducción de estos individuos no responde a una estrategia nacional de conservación y podría considerarse un acto de biocidio debido a las enfermedades que podrían introducir. Herrera señaló que, especialmente en el caso de aves provenientes de criaderos que reciben aves de otras partes del mundo, existe un alto riesgo de que actúen como reservorios de enfermedades. Además, cuestionó la idoneidad de realizar cuarentenas en lugares que forman parte del hábitat de la especie, argumentando que esto podría exponer a la población nativa a un riesgo innecesario.
- Carencia de estudios genéticos: no se han ejecutado estudios genéticos exhaustivos, principalmente en el sector noroeste donde se encuentra la Reserva Natural Barba Azul de Asociación Armonía, que es el área que contiene la mayor población de esta especie. La falta de información genética es un vacío crítico que podría llevar a problemas de consanguinidad o la introducción de genes no adecuados para la supervivencia de la especie en su hábitat natural.
“Entre las preocupaciones mayores que se ve es la liberación de posibles crías, siendo que no se ha tenido un adecuado estudio genético de estos individuos y pudiendo traer consigo enfermedades a las poblaciones nativas y siendo muy riesgoso para la supervivencia de las poblaciones de la paraba en su hábitat natural. (...) Es una pena que se haya repatriado a estos individuos sin ninguna estrategia nacional y muchos más a la zona donde se encuentra una de las dos poblaciones conocidas, de esta tan emblemática especie para el país, siendo que se han venido trabajando ya hace años con la conservación in situ y con la colaboración de diversos actores que trabajan en pro de la conversación de la paraba barba azul”, aseguró Miguel Ángel Aponte, biólogo con más 13 años de experiencia en inventarios y manejo de fauna, con énfasis en aves.
- Replanteamiento de la urgencia de repatriación ante el crecimiento poblacional de la paraba barba azul: el incremento constante en la población de la especie, resultado de acciones directas e indirectas realizadas por la Asociación Armonía y Loro Parque Fundación/Aves Bolivianas como la protección de sitios vitales de alimentación y reproducción, el nacimiento de 128 pichones en nidos artificiales colocados en sus hábitat natural y con una manipulación casi nula humana, la promoción de prácticas ganaderas ambientales y sostenibles para preservar las llanuras de Moxos y la ejecución de diversas iniciativas de comunicación y educación ambiental como las plumas artificiales para los macheteros, plantea la necesidad de revisar la urgencia de proceder con la repatriación.
“Este enfoque debería ser considerado sólo como último recurso, a implementarse únicamente si otras estrategias de conservación han fracasado o se han vuelto insostenibles”, sostuvo Tjalle Boorsma, director de Proyectos de Conservación de la Asociación Armonía.
- Altos costos: los recursos financieros destinados a la repatriación podrían tener un mayor impacto si se invierten en estrategias de conservación probadas, como la protección y expansión de hábitats naturales o el fomento de prácticas de ganadería sostenible. Estas iniciativas ya han demostrado ser efectivas y deberían priorizarse frente a esfuerzos costosos y riesgosos.
“Después de la destrucción de su hábitat, la segunda amenaza más grande para la paraba barba azul es la liberación de individuos criados en cautiverio, poniendo en riesgo la población silvestre”, agregó Boorsma.
Frente a estos desafíos, es imperativo adoptar un enfoque coordinado y basado en evidencia científica para la conservación de la paraba barba azul. Por ello, Asociación Armonía propone la creación de un “plan de acción de la paraba barba azul conjunto”, en colaboración con autoridades gubernamentales, expertos locales e internacionales, así como la inclusión de las instituciones involucradas en la conservación de esta especie. Este plan debe estar fundamentado en una sólida base científica que defina claramente los pasos a seguir para la conservación efectiva de la paraba barba azul, evitando acciones precipitadas que puedan poner en riesgo su supervivencia.