Después de tres meses de devastadores incendios forestales en el departamento de Santa Cruz, las tan esperadas lluvias finalmente han llegado, trayendo alivio a las regiones afectadas. Sin embargo, algunos focos de calor se mantienen. Estas precipitaciones, que comenzaron la madrugada del sábado, fueron recibidas con esperanza tanto por los habitantes de esta región del país como por los bomberos que han combatido el fuego y la densa humareda.
El gobierno de Luis Arce, a través de la Fuerza Aérea, ejecutó un “bombardeo” de nubes el 12 de septiembre en los municipios de Concepción y Ascensión de Guarayos, con el objetivo de provocar lluvias en las zonas más afectadas por los incendios .
El esfuerzo fue celebrado por el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, quien compartió la noticia en sus redes sociales: “El bombardeo a las nubes tiene resultados, nuestros bomberos celebran... la alegría es inmensa. ¡Seguiremos bombardeando las nubes todo lo necesario!”, expresó el ministro, acompañando de un video donde se observa la felicidad de los bomberos en Carmen Rivero Tórrez.
Aunque la lluvia ha caído en municipios como San José de Chiquitos, Puerto Suárez, Cotoca, y Montero, aún no ha alcanzado Concepción, donde, según el pronosticador del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi), Ramiro Soliz, se mantiene un frente de fuego activo que abarca entre 35 y 40 kilómetros hacia Urubichá.
Estas lluvias representan una mejora significativa en la calidad del aire y ofrecen una oportunidad para que los equipos en terreno puedan combatir más efectivamente los incendios. Los ciudadanos y bomberos han descrito las precipitaciones como una “bendición”, después de meses de intensa lucha contra las llamas.
El Senamhi había anticipado la llegada de un frente frío que impactaría la región, generando las condiciones para las lluvias. Aunque estas precipitaciones son bienvenidas, los meteorólogos advierten que las temperaturas volverán a subir en los próximos días, lo que podría complicar la situación si no se logran sofocar los focos de calor restantes.
Sin embargo, las autoridades continuarán implementando medidas para enfrentar la crisis ambiental, mientras la población mantiene la esperanza de que las lluvias persistan y ayuden a extinguir los incendios que han azogado la región durante tanto tiempo. Los reportes dan cuenta de alrededor de 4 millones de hectáreas calcinadas.