La entrada más barata para poder ver el partido entre Ecuador y Bolivia, que se jugará en el estadio Monumental, de Guayaquil, el próximo 14 de noviembre (20:00 HB), tendrá un costo de 25 dólares o 173 bolivianos, según dio a conocer la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF).
De acuerdo a la publicación de la FEF los sectores norte y sur o curvas, tendrán un costo de 25 dólares, que al cambio oficial sería 173 bolivianos.
El costo de las entradas para los otros sectores son los siguientes: Para el sector este, es de 60 dólares o 415 bolivianos; mientras que, para el sector oeste es de 75 dólares o 519 bolivianos.
Las localidades más caras para el encuentro es la del sector del palco, que tiene un costo de 110 dólares o 761 bolivianos.
“¡Guayaquil, vamos a llenar el estadio!”, es el slogan que utiliza la FEF para incentivar a sus hinchas a que llenar el escenario deportivo que tiene una capacidad de 60.000 espectadores, para alentar a la Tri en el duelo ante la Verde.
Ecuador determinó cambiar la sede del partido de Quito a Guayaquil, con la finalidad de aprovechar la alta temperatura que existe en esa ciudad y sacar los tres puntos ante Bolivia, además de alistarse para lo que será posteriormente el choque frente a Colombia, en Brranquilla que tiene la misma temperatura.
Aunque los bolivianos vivimos la evolución de una crisis política que agrava la situación económica y no parece tener perspectivas de un desenlace rápido, el mundo está pendiente de la jornada final de las elecciones en EEUU, cuyo resultado es tan incierto como trascendental.
Así lo muestra la prensa internacional, reflejando el final de varios meses de una campaña electoral atípica, marcada por la desinformación, la agresividad del expresidente candidato y la división del electorado.
Uno de los desafíos mayores de la sociología y las ciencias políticas se presentó cuando ambas se dieron a la tarea de definir qué era el fascismo. La imposibilidad de darle una definición estriba en el hecho de que el fascismo se amalgama con la tradición política, la cultura e incluso la idiosincrasia de la sociedad donde se pretende imponerlo, de manera que el fascismo italiano de Mussolini no era exactamente igual al español de Francisco Franco, al alemán de Hitler o al japonés de Hirohito.
Uno de los desafíos mayores de la sociología y las ciencias políticas se presentó cuando ambas se dieron a la tarea de definir qué era el fascismo. La imposibilidad de darle una definición estriba en el hecho de que el fascismo se amalgama con la tradición política, la cultura e incluso la idiosincrasia de la sociedad donde se pretende imponerlo, de manera que el fascismo italiano de Mussolini no era exactamente igual al español de Francisco Franco, al alemán de Hitler o al japonés de Hirohito.
La temprana electoralización de la agenda política y la crisis que atravesamos, están generando en el país un intenso debate sobre el rol que debe desempeñar el Estado en la economía. Aunque la controversia no es nueva ni es exclusiva de nuestra sociedad, su consideración va a ser fundamental en los espacios de reflexión y análisis especializados.
La temprana electoralización de la agenda política y la crisis que atravesamos, están generando en el país un intenso debate sobre el rol que debe desempeñar el Estado en la economía. Aunque la controversia no es nueva ni es exclusiva de nuestra sociedad, su consideración va a ser fundamental en los espacios de reflexión y análisis especializados.
DENNIS LEMA ANDRADE
El lugar más secreto de un arquitecto es, con frecuencia, el que esconde el nombre de su maestro, pero yo no deseo callar el nombre del mío porque, a pesar de la considerable distancia generacional, Raúl Aguilar (1940-2021) no sólo fue mi profesor, sino también un gran amigo.
El lugar más secreto de un arquitecto es, con frecuencia, el que esconde el nombre de su maestro, pero yo no deseo callar el nombre del mío porque, a pesar de la considerable distancia generacional, Raúl Aguilar (1940-2021) no sólo fue mi profesor, sino también un gran amigo.
CARLOS HUGO MOLINA
El Estado boliviano se declaró “originario indígena campesino” con el triunfo electoral del Movimiento Al Socialismo (MAS) en diciembre de 2005. Correspondió a un momento creador que tuvo la capacidad de sumar una serie de circunstancias materiales que lo facilitaron.
El Estado boliviano se declaró “originario indígena campesino” con el triunfo electoral del Movimiento Al Socialismo (MAS) en diciembre de 2005. Correspondió a un momento creador que tuvo la capacidad de sumar una serie de circunstancias materiales que lo facilitaron.