Irán celebró este miércoles un masivo funeral por el fallecido presidente Ebrahim Raisí con una gran asistencia internacional de mandatarios y cancilleres, en una muestra de apoyo a la República Islámica.
Raisí falleció el domingo junto con el ministro de Exteriores Hosein Amir Abdolahian y otros seis pasajeros en un accidente de helicóptero en el noroeste del país, por causas que aún no han sido explicadas.
Los actos funerarios comenzaron a primera hora de la mañana con un rezo presidido por el líder supremo de Irán, Ali Jameneí, en la Universidad de Teherán, que contó con la asistencia de la plana mayor política y militar del país, además del jefe político de Hamás.
Tras el rezo comenzó una procesión de los ocho ataúdes desde la Universidad de Teherán hasta la plaza Azadi, en una marcha en la que participaron cientos de miles de personas para despedir a Raisí, el ultraconservador que llegó al poder en 2021 en las elecciones con la participación más baja de la historia de la República Islámica.
Durante el mandato de Raisí se intensificó la represión en el país contra críticos, activistas y periodistas, y en especial contra las mujeres por la falta de uso del velo, lo que provocó las mayores protestas contra la República Islámica en años y que se saldaron con 500 muertos.
Fuera de la ruta de la comitiva funeraria reinó cierta indiferencia ante los funerales, en un Teherán desierto ya que se declaró jornada no laboral.
Recepción Internacional
Además de la masiva presencia de iraníes en las calles, en torno a unas 50 delegaciones internacionales presentaron sus respetos a Raisí y los otros fallecidos en el Centro de Conferencias Internacional de Teherán.
Entre ellos destacaron los primeros ministros de Iraq, Armenia, Pakistán, Catar, Azerbaiyán, Siria, o Georgia, además de los cancilleres de Venezuela, Turquía, Egipto, Bielorrusia, Omán, Kuwait, Emiratos Árabes o Sri Lanka.
A ellos se sumaron representantes de Nicaragua, China, Rusia, Argelia, Serbia y de aliados iraníes regionales como Hamás, los hutíes del Yemen o Hizbolá.
Todos ellos se presentaron sus respetos ante los ataúdes de los fallecidos para después saludar al presidente iraní en funciones, Mohamad Mojber, y al ministro de Exteriores iraní en funciones, Ali Bagheri Kani, quieres ocuparán los cargos hasta las elecciones presidenciales previstas para el 28 de junio.
Continuidad de la política exterior
Algunos de los visitantes se reunieron con Jameneí, lo que sirvió para que la máxima autoridad del país reiterase la continuidad de las políticas exteriores de la República Islámica.
"Mojber, quien es responsable de los asuntos ejecutivos del país según la constitución, continuará las políticas y orientaciones del difunto presidente con respecto a Palestina con la misma motivación y espíritu", dijo el líder en una reunión con el líder político de Hamás, Ismail Haniyeh.
Un mensaje similar al que transmitió al primer ministro de Irak, Mohammed Shia al-Sudani, en un encuentro.
La presencia de representantes de Hamás, Hizbulá y los hutíes, todos ellos miembros del llamado Eje de la resistencia, la alianza informal antiisraelí, no augura un cambio de política regional.
Finalización de actos funerarios
Los actos funerarios por Raisí y sus acompañantes comenzaron ayer en las ciudades de Tabriz y Qom, y continuarán mañana, cuando el mandatario será enterrado en la ciudad santa de Mashad, en el mausoleo del Imán Reza, el octavo imán de los chiíes, un lugar de gran simbolismo religioso.
Abdolahian por su parte será enterrado en Teherán y los otros seis fallecidos en otros puntos del país.
Esos entierros pondrán fin a unos masivos actos funerarios en los que la República Islámica ha querido dar una imagen de fuerza ante la incertidumbre que provoca la pérdida de un mandatario que sonaba como favorito para suceder a Jameneí.