Un 17 de junio de 1994, Bolivia se paralizó con el inicio de la Copa del Mundo. El estadio Soldier Field de Chicago presenció el retorno de la Verde a un Mundial FIFA, en un lance que aún es recordado para la afición nacional: Alemania, la campeona vigente de aquel entonces.
Esa jornada se vivió en el país como una verdadera fiesta nacional. El país presenció a los dirigidos por Xabier Azkargorta en su retorno al Mundial tras 44 años, aunque el resultado final se saldó con derrota 1-0, con un discutido gol de Jürgen Klinsmann (16' ST), por el grupo C.
La tristeza se apoderó de todo un país, mucho más cuando la esperanza comenzó a desvancerse con la expulsión de Marco Antonio "Diablo" Etcheverry, quien volvió a jugar tras recuperarse de una lesión en un duelo amistoso.
Pese a que la derrota generó desazón, los aficionados nacionales que vivieron ese episodio alentaron con más fuerza a la Verde, que al final de ese Mundial se despidó con un empate 0-0 ante Corea del Sur (23 de junio, estadio Foxboro de Boston) y la derrotan 3-1 ante España (27 de julio, estadio Soldier Field de Chicago). En este último lance, Bolivia anotó su primer gol en la historia, aquel marcado por Erwin Sánchez (22' ST) y que batió al mítico portero Andoni Zubizarreta.