Bolivia espera que la tercera sea la vencida, cuando hoy (20:30 HB) enfrente a Ecuador, en el estadio Subaru Park, de Filadelfia, en partido amistoso en la previa de la Copa América
Hace 200 años y cuatro días tuvo lugar la batalla que definió la liberación de las colonias españolas y cuyas características e impacto tendrían que inspirar en los bolivianos el espíritu de la celebración que merece el bicentenario de nuestra independencia.
De ida al colegio, sosteniendo una plantita sembrada en la base de una botella, mi hija de siete años observaba en silencio el paisaje urbano: montañas de basura en aceras y jardineras, focos de incendio en el Tunari y el horizonte sucio por el humo negro del tráiler que teníamos delante. “No es el apocalipsis, Martina, Cochabamba es así en septiembre”, le dije, mirándola por el retrovisor.
De ida al colegio, sosteniendo una plantita sembrada en la base de una botella, mi hija de siete años observaba en silencio el paisaje urbano: montañas de basura en aceras y jardineras, focos de incendio en el Tunari y el horizonte sucio por el humo negro del tráiler que teníamos delante. “No es el apocalipsis, Martina, Cochabamba es así en septiembre”, le dije, mirándola por el retrovisor.
Estamos a pocos meses de celebrar los 200 años de existencia de Bolivia como país libre e independiente, y a pesar de su significación histórica, la conmemoración no parece hasta ahora conmover el ánimo festivo de los ciudadanos. La apatía general y el poco interés del Gobierno por promocionar este singular acontecimiento, muestra claramente que llegamos al año del bicentenario con pocos motivos para celebrar.
Estamos a pocos meses de celebrar los 200 años de existencia de Bolivia como país libre e independiente, y a pesar de su significación histórica, la conmemoración no parece hasta ahora conmover el ánimo festivo de los ciudadanos. La apatía general y el poco interés del Gobierno por promocionar este singular acontecimiento, muestra claramente que llegamos al año del bicentenario con pocos motivos para celebrar.
CARLOS DERPIC SALAZAR
Ha muerto Humberto Ortega, hermano del dictador nicaragüense Daniel Ortega. Según señalan reportes de prensa, falleció a consecuencia de un paro cardiorrespiratorio que no fue posible revertir con las maniobras de rigor.
Ha muerto Humberto Ortega, hermano del dictador nicaragüense Daniel Ortega. Según señalan reportes de prensa, falleció a consecuencia de un paro cardiorrespiratorio que no fue posible revertir con las maniobras de rigor.
Los cambios de discurso a propósito de los incendios forestales que consumen millones de hectáreas de bosques en el oriente resultan ya una burla del gobierno. Después de cuatro semanas o más de reclamos, finalmente el presidente decidió aprobar la declaratoria de desastre que podría servir para gestionar mayor apoyo internacional.
Los cambios de discurso a propósito de los incendios forestales que consumen millones de hectáreas de bosques en el oriente resultan ya una burla del gobierno. Después de cuatro semanas o más de reclamos, finalmente el presidente decidió aprobar la declaratoria de desastre que podría servir para gestionar mayor apoyo internacional.