La crisis económica se agudizó en sumo grado en 2024. Sobre todo en el último semestre. Sin citar cifras, esto se observa, material y objetivamente, en las calles. En las cada vez más numerosas marchas de protesta por el encarecimiento de la canasta familiar, en las enormes filas por combustible y en las caóticas filas para la compra de productos básicos, como aceite y arroz.
La crisis económica se agravó fundamentalmente por la falta de dólares. Este es, en el momento, el gran problema de la economía nacional. Los dólares por la venta de gas al Brasil y Argentina, han disminuido significativamente. Como los gastos no se han reducido, han utilizado las reservas internacionales netas (RIN), agotando los divisas y parte de las reservas en oro. Ya no hay dólares en el Banco Central de Bolivia.
Los dólares que alimentaban a la economía por la venta de gas, que en 2014 alcanzaron a un poco más de 6.000 millones, en 2024 es muy probable que siquiera lleguen a los 2.000 Peor aún, de acuerdo con l último reporte del Instituto Boliviano de Comercio Exterior, hasta septiembre las exportaciones disminuyeron en 1.337 millones de dólares, en relación al 2023. Será el segundo año de déficit comercial consecutivo.
Pues bien, con pocos dólares en caja, el Gobierno debe importar todos los días gasolina y diésel para venderlo a un precio subvencionado. Se estima que hasta fin de año la cifra de ese gasto superará los 3.500 millones de dólares. Los 2.000 millones por ingresos del gas, apenas alcanzan para cubrir el 57% del combustible que compramos. Es tan delicado el asunto, que el Gobierno debe conseguir de cualquier forma lo que falta para completar el pago de la importación de combustibles. Lo contrario provocaría una crisis energética de gran magnitud, generando también un déficit en la producción de soya, arroz y otros granos. En ese sentido, la crisis alimentaria sería inevitable.
Se necesitan cerca de 11 millones de dólares por día. Como ya no somos sujetos de crédito, los pagos deben ser al contado. Este año hubo dramáticos momentos de iliquidez que provocaron prolongados días de escasez y largas colas. Como no hay formas para superar en el corto plazo el déficit energético y la iliquidez de divisas, las colas, serán una constante.
A esto se debe sumar el oneroso servicio de la deuda externa, el pago de intereses y capital, que este año podría superar los 1.500 millones de dólares. ¿De dónde obtendrá el Gobierno esos recursos? La situación, ciertamente es, no sólo compleja, sino muy delicada
Por ello, la estabilidad económica y su correlato en la estabilidad política son sumamente frágiles. Vean ustedes las circunstancias dramáticas y al extremo que se ha llegado. La estabilidad política depende de la provisión regular de combustibles. Cuando esto no sucede, los riesgos de convulsión social son altos. Los momentos más delicados e inestables que debió enfrentar el Gobierno en 2024 fueron precisamente aquellos cuando no hubo combustible. La permanencia del primer mandatario pendía de un hilo.
Ahora bien, de acuerdo con las leyes de la economía, cuando hay escasez los precios tienden a subir. Esto es inevitable. Entonces, sólo de este modo se puede explicar la subida del precio del dólar en el mercado paralelo. En ese mercado, que es la referencia para casi todas las transacciones económicas, el precio del dólar, en el cierre del año, bordeara los 12 bolivianos. En ese marco, el boliviano se habría devaluado en un 70%. Vean como se deterioró la moneda nacional en relación, por ejemplo, al sol peruano y al peso argentino. El boliviano, vale cada vez menos.
Los efectos de este fenómeno se reflejan en el pernicioso proceso inflacionario. Como casi todos los precios están indexados al dólar paralelo, se calcula que la inflación real estaría en el orden del 50%. Obviamente, la diferencia con las cifras oficiales es enorme. Estas, ni siquiera se acercan a las dos cifras, es decir, no alcanzan el 10%. ¿Cómo se explica esto? La respuesta es simple: todos los bienes que están subvencionados, naturalmente no han tenido ese comportamiento. Sin embargo, en el resto, no se puede ocultar la subida de precios. Una ama de casa podría explicar esto con mucha facilidad, en una sola frase: “con 100 bolivianos, ahora sólo se puede comprar la mitad de lo que se compraba antes”.
En 2024, también, la subvención a los combustibles continuó siendo el boquete mas grande de la economía nacional. Es la principal causa del descalabro fiscal. Intentando graficar esto con cifras redondas podemos decir que el Gobierno compra en el mercado internacional el litro a 10 y lo vende a cuatro bolivianos.
La subvención, ciertamente, es enorme. La diferencia de precios con los países vecinos, también. Esto ha incentivado el contrabando. Se advierte la presencia de mafias y consorcios que estuvieran desviando cerca del 35% del combustible destinado al consumo interno. Con la subvención, estas mafias están forjando enormes fortunas.
Finalmente, al contrario de todas las predicciones oficiales, el crecimiento del producto interno bruto (PIB) no superará el 1,5% este año respecto del anterior. Este indicador es preocupante. El desempeño de la economía nacional en 2024 acentuó la crisis que se originó en la reducción sustancial y continua de los ingresos por exportación de gas.
En el año que finaliza, no se hizo absolutamente nada para detener la crisis. Peor aun, la han profundizado, por cálculos electorales, no quieren asumir ninguna responsabilidad.
Por todo ello, el debate electoral en 2025 se centrará en el tema económico. Los candidatos tienen el desafío de plantear las salidas y soluciones.
EDWIN CACHO HERRERA SALINAS
La guerra de facciones en el oficialismo y la crisis económica en el país, no reconocida por supuesto por el Gobierno, pusieron en segundo plano que el 3 de mayo nueve gobernadores y 340 alcaldes y alcaldesas iniciaron el penúltimo año del período constitucional 2021-2026, sin pena ni gloria en la mayoría de los casos.
La guerra de facciones en el oficialismo y la crisis económica en el país, no reconocida por supuesto por el Gobierno, pusieron en segundo plano que el 3 de mayo nueve gobernadores y 340 alcaldes y alcaldesas iniciaron el penúltimo año del período constitucional 2021-2026, sin pena ni gloria en la mayoría de los casos.
Este 10 de mayo será uno de los peores días del periodista boliviano desde que la fecha fue instituida como tal. Para nosotros, quienes vivimos de y para informar a la gente, el asunto es más que evidente, puesto que se siente en nuestros estómagos y bolsillos.
Este 10 de mayo será uno de los peores días del periodista boliviano desde que la fecha fue instituida como tal. Para nosotros, quienes vivimos de y para informar a la gente, el asunto es más que evidente, puesto que se siente en nuestros estómagos y bolsillos.
MARCELO GUARDIA CRESPO
Uno de los mitos más recurrentes en el análisis del mundo digital es que lo real está divorciado radicalmente de lo digital. Se afirma que la virtualidad es algo completamente ficticio porque no permite interacciones físicas entre personas. Que lo ocurrido en las redes sociales tiende a ser falso y es susceptible de manipulación por intereses invisibles. Algunas de estas afirmaciones son verdaderas, pero no todas. La virtualidad está estrechamente vinculada con la vida real de las personas.
Uno de los mitos más recurrentes en el análisis del mundo digital es que lo real está divorciado radicalmente de lo digital. Se afirma que la virtualidad es algo completamente ficticio porque no permite interacciones físicas entre personas. Que lo ocurrido en las redes sociales tiende a ser falso y es susceptible de manipulación por intereses invisibles. Algunas de estas afirmaciones son verdaderas, pero no todas. La virtualidad está estrechamente vinculada con la vida real de las personas.
ALEJANDRA RAMÍREZ S.
En una anterior columna de Opiniones desde el CESU, Silvano Biondi abría el debate en torno a un problema central: la presencia cotidiana de las violencias en nuestra sociedad. Y es que, las mismas se han como forma priorizada de interrelacionamiento ciudadano.
En una anterior columna de Opiniones desde el CESU, Silvano Biondi abría el debate en torno a un problema central: la presencia cotidiana de las violencias en nuestra sociedad. Y es que, las mismas se han como forma priorizada de interrelacionamiento ciudadano.
En una esquina X de la ciudad, de pronto mi marido exclama “buena pregunta” mirando a un papá en moto cuyo hijito de unos siete años le acababa de preguntar “¿por qué ese auto se pasó de frente si el semáforo estaba en rojo?”.
Esa pregunta nos la han hecho muchas veces nuestros propios hijos y estoy segura de que sus hijos a ustedes también.
En una esquina X de la ciudad, de pronto mi marido exclama “buena pregunta” mirando a un papá en moto cuyo hijito de unos siete años le acababa de preguntar “¿por qué ese auto se pasó de frente si el semáforo estaba en rojo?”.
Esa pregunta nos la han hecho muchas veces nuestros propios hijos y estoy segura de que sus hijos a ustedes también.
CARLOS DERPIC SALAZAR
El domingo pasado comenzó a circular en redes sociales un video que mostraba la manera en que un grupo de personas, todas con barbijo, ubicadas en el aeropuerto Jorge Wilstermann de Cochabamba, abuchean, empujan y golpean al exministro Carlos Romero Bonifaz, hombre poderoso si los habrá habido, durante los gobiernos de Evo Morales.
El domingo pasado comenzó a circular en redes sociales un video que mostraba la manera en que un grupo de personas, todas con barbijo, ubicadas en el aeropuerto Jorge Wilstermann de Cochabamba, abuchean, empujan y golpean al exministro Carlos Romero Bonifaz, hombre poderoso si los habrá habido, durante los gobiernos de Evo Morales.
Una pregunta que se repite incontables veces en la sociedad boliviana tiene que ver con quién podría sustituir a los caudillos masistas, o lo que es lo mismo, qué líder cumple las condiciones necesarias para ganar las elecciones de 2025; la respuesta es siempre la misma, “no hay”. En este momento no se perfila ningún líder de oposición que concentre la fuerza política necesaria como para ganarle al MAS.
Una pregunta que se repite incontables veces en la sociedad boliviana tiene que ver con quién podría sustituir a los caudillos masistas, o lo que es lo mismo, qué líder cumple las condiciones necesarias para ganar las elecciones de 2025; la respuesta es siempre la misma, “no hay”. En este momento no se perfila ningún líder de oposición que concentre la fuerza política necesaria como para ganarle al MAS.
A estas alturas todos deben tener claro que no tendremos nuevos jueces hasta que al Gobierno le dé la gana. La anulación de las elecciones judiciales no es ningún accidente, evidentemente. Antes bien, responde a un plan tan terrible como eficaz y que debería angustiar a los demócratas de este pobre país.
A estas alturas todos deben tener claro que no tendremos nuevos jueces hasta que al Gobierno le dé la gana. La anulación de las elecciones judiciales no es ningún accidente, evidentemente. Antes bien, responde a un plan tan terrible como eficaz y que debería angustiar a los demócratas de este pobre país.
EMILIO MARTÍNEZ CARDONA
El populismo de izquierda latinoamericano, junto a sus socios transatlánticos de España, parecen estar pasando por un periodo de fricciones y desarticulación, aunque una interpretación alternativa sería más bien la de una diferencia de estilos o “velocidades”.
Esto último, recordando lo que le dijo Lula da Silva a Hugo Chávez hace ya muchos años: “vamos a velocidades distintas, pero vamos al mismo lugar”.
El populismo de izquierda latinoamericano, junto a sus socios transatlánticos de España, parecen estar pasando por un periodo de fricciones y desarticulación, aunque una interpretación alternativa sería más bien la de una diferencia de estilos o “velocidades”.
Esto último, recordando lo que le dijo Lula da Silva a Hugo Chávez hace ya muchos años: “vamos a velocidades distintas, pero vamos al mismo lugar”.
En 2017, durante mi gestión como presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), presentamos una demanda ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT) por el incumplimiento por parte del Estado boliviano del Convenio 131, una norma supranacional, ratificada por Bolivia en 1977,que instruye a los países que antes de fijar el salario mínimo se consulte exhaustiva e igualitariamente con las organizaciones representativas de empleadores y de trabajadores, y que dispone ademá
En 2017, durante mi gestión como presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), presentamos una demanda ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT) por el incumplimiento por parte del Estado boliviano del Convenio 131, una norma supranacional, ratificada por Bolivia en 1977,que instruye a los países que antes de fijar el salario mínimo se consulte exhaustiva e igualitariamente con las organizaciones representativas de empleadores y de trabajadores, y que dispone ademá