Los hechos del 26 de junio continúan dejando dudas, debates, especulaciones, hipótesis, relatos fantásticos y un sinfín de elucubraciones que han causado controversia no sólo a nivel interno, sino también en la comunidad internacional: desde Estados Unidos, que “toma nota de las declaraciones de Evo Morales (que pone en duda que haya sido un golpe de Estado), hasta Argentina, que ha provocado que se convoque a consultas a su Embajador.
¿Por qué el presidente Luis Arce Catacora y su equipo represivo se empeñan en destruir la organización de la coca legal en los Yungas paceños? La persecución contra los dirigentes y la estructura orgánica de la Asociación Departamental de Productores de Coca de La Paz (Adepcoca) comenzó en el régimen de Evo Morales Ayma; entonces era entendible el aborrecimiento del chapareño a la coca tradicional. En cambio, las duras acciones contra Adepcoca durante este gobierno generan interrogantes.
¿Por qué el presidente Luis Arce Catacora y su equipo represivo se empeñan en destruir la organización de la coca legal en los Yungas paceños? La persecución contra los dirigentes y la estructura orgánica de la Asociación Departamental de Productores de Coca de La Paz (Adepcoca) comenzó en el régimen de Evo Morales Ayma; entonces era entendible el aborrecimiento del chapareño a la coca tradicional. En cambio, las duras acciones contra Adepcoca durante este gobierno generan interrogantes.
En la búsqueda perpetua de un sistema político equitativo y un desarrollo sostenible, es inadmisible pasar por alto la lacra del centralismo. En países como el nuestro, en vez de potenciar y aprovechar nuestra abundante riqueza natural, sin duda la mayor de nuestras fortalezas, el centralismo se alza como un verdugo implacable, asfixiando la voz de las regiones y arrebatando oportunidades de progreso a sus ciudadanos.
En la búsqueda perpetua de un sistema político equitativo y un desarrollo sostenible, es inadmisible pasar por alto la lacra del centralismo. En países como el nuestro, en vez de potenciar y aprovechar nuestra abundante riqueza natural, sin duda la mayor de nuestras fortalezas, el centralismo se alza como un verdugo implacable, asfixiando la voz de las regiones y arrebatando oportunidades de progreso a sus ciudadanos.
Me imagino que a todos les ha pasado esto de llegar a una ventanilla de atención al público o a un cajero y que no haya nadie a la vista. A los impacientes como yo les pasa más seguido (los dioses son crueles y graciosos). Y cuando uno pregunta si alguien atenderá, es inevitable recibir la respuesta: “ahorita, en 10 minutos vuelve el cajero”.
Me imagino que a todos les ha pasado esto de llegar a una ventanilla de atención al público o a un cajero y que no haya nadie a la vista. A los impacientes como yo les pasa más seguido (los dioses son crueles y graciosos). Y cuando uno pregunta si alguien atenderá, es inevitable recibir la respuesta: “ahorita, en 10 minutos vuelve el cajero”.
RONNIE PIÉROLA GÓMEZ
Sebastiana Guapurú sabía que su marido era el típico imbécil que tocaba la bocina tan pronto cambiaba la luz del semáforo, no importaba si había pasado un pequeño instante o un prolongado suspiro, para él lo importante era ir rápido y llegar apresurado a todo lado.
Quizás por eso, ella no se sorprendió cuando su marido murió en un accidente de tráfico del cual, seguro, él era culpable.
Sebastiana Guapurú sabía que su marido era el típico imbécil que tocaba la bocina tan pronto cambiaba la luz del semáforo, no importaba si había pasado un pequeño instante o un prolongado suspiro, para él lo importante era ir rápido y llegar apresurado a todo lado.
Quizás por eso, ella no se sorprendió cuando su marido murió en un accidente de tráfico del cual, seguro, él era culpable.