La entrada más barata para poder ver el partido entre Ecuador y Bolivia, que se jugará en el estadio Monumental, de Guayaquil, el próximo 14 de noviembre (20:00 HB), tendrá un costo de 25 dólares o 173 bolivianos, según dio a conocer la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF).
De acuerdo a la publicación de la FEF los sectores norte y sur o curvas, tendrán un costo de 25 dólares, que al cambio oficial sería 173 bolivianos.
El costo de las entradas para los otros sectores son los siguientes: Para el sector este, es de 60 dólares o 415 bolivianos; mientras que, para el sector oeste es de 75 dólares o 519 bolivianos.
Las localidades más caras para el encuentro es la del sector del palco, que tiene un costo de 110 dólares o 761 bolivianos.
“¡Guayaquil, vamos a llenar el estadio!”, es el slogan que utiliza la FEF para incentivar a sus hinchas a que llenar el escenario deportivo que tiene una capacidad de 60.000 espectadores, para alentar a la Tri en el duelo ante la Verde.
Ecuador determinó cambiar la sede del partido de Quito a Guayaquil, con la finalidad de aprovechar la alta temperatura que existe en esa ciudad y sacar los tres puntos ante Bolivia, además de alistarse para lo que será posteriormente el choque frente a Colombia, en Brranquilla que tiene la misma temperatura.
Aunque los bolivianos vivimos la evolución de una crisis política que agrava la situación económica y no parece tener perspectivas de un desenlace rápido, el mundo está pendiente de la jornada final de las elecciones en EEUU, cuyo resultado es tan incierto como trascendental.
Así lo muestra la prensa internacional, reflejando el final de varios meses de una campaña electoral atípica, marcada por la desinformación, la agresividad del expresidente candidato y la división del electorado.
Bolivia se aproxima a la realización de un censo, bandera del movimiento cruceño peleada con fuerza hasta fines de 2022.
Preguntémonos ahora, ¿cuántos éramos antes de la llegada de los conquistadores europeos (1942)?
Los datos te van a sorprender.
Bolivia se aproxima a la realización de un censo, bandera del movimiento cruceño peleada con fuerza hasta fines de 2022.
Preguntémonos ahora, ¿cuántos éramos antes de la llegada de los conquistadores europeos (1942)?
Los datos te van a sorprender.
EMILIO MARTÍNEZ CARDONA
La historiografía contrafactual ha sido practicada de Churchill a Nabokov, pasando por Toynbee y Maurois. El primero imaginó qué habría pasado si se hubiesen consolidado los Estados Confederados de América; el segundo soñó una “Antiterra” donde el imperio zarista conquistó parte del Nuevo Mundo y prohibió la electricidad.
La historiografía contrafactual ha sido practicada de Churchill a Nabokov, pasando por Toynbee y Maurois. El primero imaginó qué habría pasado si se hubiesen consolidado los Estados Confederados de América; el segundo soñó una “Antiterra” donde el imperio zarista conquistó parte del Nuevo Mundo y prohibió la electricidad.
Margaret Satterthwaite, Relatora Especial de las Naciones Unidas para la independencia de magistrados y abogados, desde octubre de 2022, ha exteriorizado su preocupación por la autoprórroga de las principales autoridades judiciales y sus consecuencias. El anterior relator, Diego García-Sayan, visitó Bolivia (en febrero de 2022) y presentó un demoledor informe sobre el deplorable estado de la justicia boliviana.
Margaret Satterthwaite, Relatora Especial de las Naciones Unidas para la independencia de magistrados y abogados, desde octubre de 2022, ha exteriorizado su preocupación por la autoprórroga de las principales autoridades judiciales y sus consecuencias. El anterior relator, Diego García-Sayan, visitó Bolivia (en febrero de 2022) y presentó un demoledor informe sobre el deplorable estado de la justicia boliviana.
VERÓNICA ORMACHEA
El sobreseimiento de los cargos de conspiración y sedición a la expresidenta Jeanine Áñez y a sus exministros no ha sido más que una farsa del Estado boliviano para dar buena imagen ante los bolivianos y la comunidad internacional que presionan por la liberación de los detenidos políticos.
El sobreseimiento de los cargos de conspiración y sedición a la expresidenta Jeanine Áñez y a sus exministros no ha sido más que una farsa del Estado boliviano para dar buena imagen ante los bolivianos y la comunidad internacional que presionan por la liberación de los detenidos políticos.