Ante el nuevo conflicto que se registra entre los trabajadores de aseo urbano EMAQ y la Alcaldía de Quillacollo, ayer, se movilizaron a más de 100 funcionarios municipales para la limpieza de los residuos que genera la población, que por día superan las 100 toneladas.
Los trabajadores municipales de diferentes reparticiones salieron de sus oficinas y sus responsabilidades habituales con guantes y barbijos para retirar la basura que se acumuló en las calles, mercados, escuelas y otros espacios, por el paro indefinido de la Empresa Municipal de Aseo de Quillacollo (EMAQ).
Varias esquinas se convirtieron en basurales por la suspensión del servicio de recojo domiciliario desde el lunes. Pese a los letreros de advertencia para no echar basura en vía pública, los vecinos dejaron bolsas con todo tipo de residuos en las calles.
A través de las redes sociales, algunos de los internautas expresaron su molestia por los constantes conflictos por la basura que genera focos de infección en la “Tierra de la Integración”.
En mayo, los vecinos de Cotapachi cerraron el botadero de Quillacollo por siete días para pedir el asfaltado de la ruta Caico-Quillacollo. Esto provocó que unas mil toneladas de basura se acumulen en el municipio.
En junio, los trabajadores de EMAQ realizaron dos paros: uno de 72 horas y otro indefinido. Piden el cumplimiento de un laudo arbitral de 2019 que los favorece, pero la Alcaldía aclaró que el fallo no puede ser retroactivo y propone aplicarlo a partir de 2022.
