La Iglesia Católica celebró el Domingo de Ramos, una festividad cristiana que conmemora la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén y marca el fin de la Cuaresma, dando inicio a la Semana Santa, en la cual se celebra la pasión, crucifixión, muerte y resurrección de Cristo.
El arzobispo de Santa Cruz, René Leigue, invitó a los bolivianos a renovar su fe en Dios y a tener presente a Cristo como Rey en el Cielo y en la Tierra. Destacó dos momentos importantes del Domingo de Ramos: la procesión de las palmas y la lectura de la Pasión del Señor en el Evangelio de San Marcos, evocando la vida y pasión de Cristo.
Leigue afirmó que Jesús actuó como un rey en la tierra y nunca utilizó su poder para destruir a aquellos que hablaban mal de él. Esta actitud invita a reflexionar sobre cómo debe ser nuestro comportamiento hacia los demás frente a las calumnias, mentiras y problemas presentes en la sociedad.
Asimismo, instó a reflexionar sobre las autoridades, a quienes les corresponde la responsabilidad de buscar un mejor futuro para el país. "No pagar mal por mal", expresó, "aunque a veces sea tentador responder a quienes no actúan con justicia. Más bien, oremos por ellos para que actúen con rectitud y hagan el bien", dijo el arzobispo cruceño.
El prelado resaltó la respuesta positiva de la gran mayoría de la población al Censo de Población y Vivienda, interpretando este hecho como un mensaje de cambio y esperanza. Ahora, dijo, es responsabilidad de las autoridades responder a las necesidades de la población.
Finalmente, expresó su deseo de que la próxima semana marque el inicio de un cambio positivo en los problemas que enfrenta la sociedad boliviana, buscando siempre un futuro mejor para todos.