El equipo de The Strongest visita este martes a Estudiantes de La Plata en partido que corresponde a la segunda fecha de la fase de grupos de Copa Libertadores.
En los últimos días, Bolivia se ha declarado en alerta epidemiológica, frente al sarampión, una enfermedad de la que no se tenían casos desde 2000. Incluso, en 2012, el país había sido declarado libre de este mal por la OMS. Sin embargo, cuatro casos han vuelto a sonar las alarmas en el país. El primero en enero de este año, en la fronteriza población de Bermejo (Tarija). Y los otros cuatro, en la última semana: tres en Oruro y el ultimo en Tapacarí (Cochabamba).
Una de las obsesiones de los progresistas es la desigualdad de ingresos entre las personas, la “brecha”, como la llaman los organismos internacionales. Les preocupa que unos pocos empresarios hayan logrado acumular fortunas mayores que el PIB de varios países juntos. Por ejemplo, los dueños de Tesla y X tienen más dinero que una decena de Bolivias.
Una de las obsesiones de los progresistas es la desigualdad de ingresos entre las personas, la “brecha”, como la llaman los organismos internacionales. Les preocupa que unos pocos empresarios hayan logrado acumular fortunas mayores que el PIB de varios países juntos. Por ejemplo, los dueños de Tesla y X tienen más dinero que una decena de Bolivias.
PATRICIA FLORES PALACIOS
“Mi derecho por encima del tuyo” es el hilo conductor que desentraña la complejidad de la vida cotidiana en Bolivia. Un lema que a primera vista puede parecer simple y revela los intrincados senderos de la interacción social, que desafía las normas de respeto y la ética en una sociedad marcada por la anomia y la distopía, muy lejos del vivir bien.
“Mi derecho por encima del tuyo” es el hilo conductor que desentraña la complejidad de la vida cotidiana en Bolivia. Un lema que a primera vista puede parecer simple y revela los intrincados senderos de la interacción social, que desafía las normas de respeto y la ética en una sociedad marcada por la anomia y la distopía, muy lejos del vivir bien.
RONNIE PIÉROLA GÓMEZ
La mañana del Martes de Ch´alla, Leocadio Malatesta sacudió la cabeza y se sintió desnudo frente al mundo real. Quizás era fruto de la presencia intimidante que imponían unos nubarrones negros y amenazantes que en ese momento se cernían sobre aquel valle que le tenía por huésped desde hace varios años, o de pronto se trataba de la sensación fría que impactaba en su rostro en forma de gotas de lluvia y que pronosticaban un día húmedo y gris.
La mañana del Martes de Ch´alla, Leocadio Malatesta sacudió la cabeza y se sintió desnudo frente al mundo real. Quizás era fruto de la presencia intimidante que imponían unos nubarrones negros y amenazantes que en ese momento se cernían sobre aquel valle que le tenía por huésped desde hace varios años, o de pronto se trataba de la sensación fría que impactaba en su rostro en forma de gotas de lluvia y que pronosticaban un día húmedo y gris.
Cada amanecer nos acercamos más al bicentenario de la firma del Acta de la Independencia de la República de Bolivia, el 6 de agosto de 1825; una fecha conmemorativa de gran significado para el destino de los habitantes —originarios o arribados en barco— de la Audiencia de Charcas.
Cada amanecer nos acercamos más al bicentenario de la firma del Acta de la Independencia de la República de Bolivia, el 6 de agosto de 1825; una fecha conmemorativa de gran significado para el destino de los habitantes —originarios o arribados en barco— de la Audiencia de Charcas.