En la década del 90, el fútbol boliviano veía de arriba a Ecuador y Venezuela. Pasado el tiempo, la situación se invirtió. El nivel de esos dos países en cancha ha tenido un avance importante y, al revés, Bolivia se estancó. En la actualidad, atraviesa por una crisis de la que no puede salir.
Los resultados de los últimos años confirman ese vertiginoso crecimiento de los ecuatorianos y los venezolanos, aunque tienen algo pendiente todavía: ganar la Copa América. Son los únicos que no han alcanzado el título entre los 10 países de Conmebol que juegan este torneo.
Ecuador, sin embargo, ya asistió a cuatro mundiales: Corea/Japón 2002, Alemania 2006, Brasil 2014 y Catar 2022, y en canchas alemanas hizo su mejor campaña al clasificarse a octavos de final.
Venezuela no fue aún a los mundiales, pero en las últimas ediciones peleó para obtener un pasaje. En las actuales Eliminatorias cumple una buena campaña. Cada vez está más cerca de lograr el boleto.
Bolivia, en cambio, no va a una Copa del Mundo desde Estados Unidos 1994, a la que asistió por méritos propios. Estuvo en los mundiales de Uruguay 1930 y Brasil 1950, pero en calidad de invitado.
En la Copa América, Bolivia tiene dos buenas referencias: el título ganado en 1963 y el subcampeonato de 1997. En ambos casos, el certamen se jugó en el país. El 97 perdió en la final 1-3 contra Brasil.
Después del 97, el fútbol boliviano no ha tenido un trabajo de base ni alternativas para mantener el nivel que alcanzó. El torneo nacional (entonces Liga y ahora División Profesional) bajó su nivel y las selecciones nacionales no han tenido buen material humano para armar equipos competitivos para las citas internacionales.
Otra muestra de este contraste es que Bolivia fue eliminada en la edición actual (EEUU 2024). En la primera fase, acabó con tres derrotas y sin puntos. En tanto, Ecuador y Venezuela cumplieron buenas campañas y se clasificaron a los cuartos de final.
¿QUÉ HICIERON?
Dusan Draskovic llegó en marzo de 1998 a Quito y comenzó un proceso de trabajo a largo plazo que el fútbol ecuatoriano respaldó a plenitud.
El técnico europeo no sólo estableció un plan de base, sino que recorrió casi todo el país hasta llegar a la región que luego se convertiría en la fuente de los futuros futbolistas ecuatorianos: Esmeraldas.
Implementó condiciones para una labor de pliometría, que consiste en un entrenamiento para ejercitar movimientos veloces y potentes para las piernas.
Esmeraldas es una provincia como Los Yungas en La Paz, con una población que tiene ascendencia africana, de ahí que los futbolistas que más destacan en Ecuador son afrodescendientes.
Otro punto básico en el que trabajó el montenegrino Draskovic fue combinar la parte científica con el aspecto energético, técnico, táctico y psicológico. Este proceso dio como resultado deportistas preparados de manera integral. Estos métodos y sistemas de trabajo se mantienen en la actualidad.
En Venezuela el fútbol le empezó a dar pelea al béisbol a principios del nuevo milenio. Sus clubes empezaron a contratar a técnicos extranjeros y también a reforzar sus equipos.
La Federación Venezolana de Fútbol (FVF) hizo lo mismo que Ecuador, implantó un plan de trabajo en la base y empezó a crecer. No descuidó ningún detalle en la formación de los nuevos valores.
En la actualidad tiene futbolistas que militan en clubes de otros países, incluso en Europa, lo que le ha dado una categoría especial. Y Venezuela también combina la parte física y la dinámica con el talento técnico de sus jugadores.
Bolivia está
última en el ranking mundial de la FIFA entre los 10 países de Sudamérica. Está en el puesto 84, debajo de Paraguay (58), según el cuadro de julio de 2024.
Ecuador está
en el puesto 30 y Venezuela en el 54. Argentina es primero en el ranking y Brasil aparece cuarto. Más abajo están Colombia (12) y Uruguay (14).