Con bidones de todo tamaño en las manos, los pobladores de la comunidad de Torreni en Arque aguardan por horas y hacen fila para recolectar un poco de agua de una vertiente casi seca.
Mientras un hilo del líquido vital baja del cerro a un recipiente, las familias trabajan en los alrededores para instalar un tanque a fin de no desperdiciar un sólo litro de agua. El panorama en la comunidad es desolador al igual que en otras 29 comunidades que sufren por la aguda sequía que golpea el municipio andino desde hace tres meses, según el alcalde, Willy Ordoñez.
La falta de lluvias y la desesperación por conseguir agua para consumo se refleja en el rostro triste de las mujeres, niñas y ancianos, que aguardan su turno para recibir cinco litros.
Torreni está a cinco horas de viaje de la ciudad de Cochabamba. Gran parte de su población sobrevive de la agricultura.
“No hay agua. Estoy cansada de subir los cerros cargando bidones. Por favor, ayuda” es el clamor de María, una mujer de 80 años.
Contó que la falta de agua y alimento obligó a sus hijos a migrar quedándose sola y con la esperanza de verlos retornar con las lluvias.
Pese a que en la comunidad de Challacirca se perforó un pozo hace cinco meses, la situación es similar, porque no hay energía eléctrica para extraer el agua.
El dirigente de la comunidad, Evangelino Ocaña, contó que las 70 familias peregrinan por agua y se dan modos para almacenar en tachos y en un tanque el agua que logran captar de una fosa que lograron excavar para acumular el agua de algunas vertientes.
Comentó que los que más sufren son los niños y profesores que no pueden cocinar, bañarse ni lavar la ropa.
“Los más sufren son nuestros hijos: tienen que bajar 350 metros para traer en botellas de plásticos un poquito”, contó.
Ordoñez informó que se declaró desastre por sequía para atender a las 30 comunidades afectadas, pero la falta de un camión cisterna y presupuesto impide ayudar a todas las familias.
“Este año, las lluvias no nos acompañaron mucho. Las vertientes que teníamos se han secado. Normalmente la sequía se da en septiembre, pero ahora se nos ha anticipado”, lamentó.
El munícipe explicó que las comunidades de las zonas altas son las más afectadas, en tanto que las de la parte baja subsisten con las aguas del río Arque.
La autoridad mencionó que con la declaratoria se gestionó la entrega de raciones secas para más de mil familias y 400 horas de maquinaria pesada del Gobierno nacional, además de un generador y tanques de plástico de la Gobernación.
“Hemos tenido que adaptar un tanque que tenemos a una volqueta para llevar agua del río a las escuelas, centro de salud y comunidades, pero no cubrimos la necesidad de todas las familias, por eso ellos mismos están llevando en moto y en caballos”, puntualizó.
El Alcalde detalló que se gestiona el funcionamiento de dos pozos que ya fueron perforados y se busca la ejecución de otros tres.
En los últimos días se logró poner en funcionamiento un pozo de la comunidad Huaycha para atender la necesidad de 500 familias, de acuerdo a los pobladores, quienes emplean un generador a diésel para abastecerse mientras aguarda la instalación de energía.